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Garzón admite que su situación es “muy difícil”

El juez Baltasar Garzón, suspendido de sus funciones a la espera del desenlace de las tres causas en su contra, reconoce ser consciente de que cuenta con enemigos, especialmente en el Tribunal Supremo que debe juzgarle, por lo que admite que su situación es “muy difícil”.

En una entrevista a RNE, Garzón sostiene que es posible que se equivocara al abrir una investigación sobre los crímenes del franquismo, pero asegura que no prevaricó en ningún momento, como apunta la acusación popular ya que aplicó “la misma dinámica” y las “mismas normas” judiciales que a otros casos como el de Chile, cuando juzgó a Augusto Pinochet, o el de Argentina. Aunque afirma estar muy “tranquilo”, admite cierta preocupación ante la posibilidad de que las tres causas supongan el “punto final” a su carrera como juez.

“Hemos llegado a un límite que es difícil. Pero hay posibilidades y hay que combatirlas hasta el final. Aunque acabara mi carrera profesional como juez en España, nunca acabará mi vinculación con la Administración de Justicia, ni con mi profesión que es la de ser juez y trabajar siempre en defensa de las víctimas por aquello que creo que es justo”, señaló en unas declaraciones recogidas por Europa Press.

En este sentido, aclaró que, a su juicio, “se me retiró injustamente, aunque eso es lo que marca la ley cuando se abre juicio oral contra una persona”, indicó, añadiendo que eso no quita que las causas que la han propiciado sea un hecho “justo o tenga un argumento sólido”.

El juez, que ejerce actualmente como asesor de la Fiscalía en el Tribunal Penal Internacional, ve detrás de las causas en su contra un posible intento de amedrentar a jueces que ejercen su profesión con criterio propio e independencia. En esta línea, mostró su confianza en que no sean las antipatías personales las que influyan en los magistrados que le deben juzgar.

Felipe

Hace dos semanas, el ex presidente Felipe González reconoció que le duele cada vez que Garzón asegura sentirse indefenso. En una entrevista en la SER, aseguró que “yo me he sentido así durante siete años, totalmente indefenso”, en referencia al ‘caso GAL’. “Se hablaba de mí, que si me procesaba o no, y era Garzón el que tenía un procedimiento que en un momento determinado cerró y dijo que no había ninguna causa. Mientras tanto, a mi ni me llamaron a declarar ni me permitieron presentar una prueba de nada”.

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