Internacional

Bruselas da una nueva vuelta de tuerca en las exigencias a las aseguradoras

La Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA, por sus siglas en inglés) comenzará una nueva ronda de test de impacto sobre las compañías aseguradoras del Viejo Continente para establecer de forma definitiva los requisitos de capital y riesgo exigidos a las mismas en el marco de la directiva común Solvencia II, que entrará en vigor el próximo 2013. Este proceso podría comenzar, previsiblemente, a finales del próximo mes de abril, según apuntan fuentes próximas a las firmas aseguradoras.

Los resultados de los últimos test de solvencia (QUIS 5) a los que el antiguo CEIOPS, antecesor de la EIOPA con escaso poder regulativo, ha sometido a las aseguradoras con sede en los países miembros de la Unión parecen no contentar a la nueva directiva del organismo regulador europeo por las protestas que ya se habían desencadenado en la patronal aseguradora de varios países miembros de la Unión.

Hace unos días Joerg von Fuerstenwerth, presidente de la aseguradora GDV, dijo en nombre de las aseguradoras alemanas, que algunas de las reformas planteadas por Solvencia II debían ser mejoradas con urgencia para que tuvieran el objetivo deseado de armonizar el sector en Europa y restringir los riesgos asumidos por éste. Además, el alemán dijo que este mismo sentir se lo habían transmitido varias casas aseguradoras de Reino Unido, Francia y España.

A la cabeza de la EIOPA estará el portugués Gabriel Bernardino, quien ocupará su cargo al comienzo del próximo marzo. El regulador europeo pretende dejar bien atados los flecos de la normativa que parecen quedar aún sueltos y de paso, ganarse antes de la asunción de su puesto, el favor de las aseguradoras que piden la clarificación de algunos puntos de esta normativa de la Unión Europea.

Fuentes próximas al proceso de reforma corroboran el sentir de las aseguradoras alemanas: algunas de las exigencias de los últimos test requerían de una información muy precisa en algunos capítulos, de la que no disponían las aseguradoras puestas a prueba el pasado mes de noviembre con el test QUIS 5, momento en que se realizaron estas pruebas. Así, algunas de las compañías sondeadas se vieron forzadas a desarrollar mecanismos propios para poder facilitar esta información.

Ahora, la EIOPA pretende eliminar la subjetividad que estos mecanismos de cálculo revisten en cada compañía y proporcionar un procedimiento estándar de cara a las próximas pruebas sobre el sector, que tendrían lugar hacia el próximo mes de abril. Para esta fecha ya habrán sido publicados los resultados del QUIS 5, donde se incurrió, según la patronal de los seguros, en este vacío procedimental.

Esta medida se incluye en la ola de reformas fiscales que buscan evitar situaciones que podrían favorecer el desarrollo de nuevas situaciones de crisis económica. KPMG señala que no es que antes no se valorase el riesgo, sino que había áreas de negocio poco definidas en cuanto a su cuantificación de riesgo que ahora pasan a formularse en un marco único y cada vez mejor definido.

Con estos cambios, la EIOPA quiere “proteger los intereses de los asegurados” frente a una toma desmedida de riesgo por firmas aseguradoras y reaseguradoras. Por este motivo, uno de los principales deberes de este organismo es fijar la periodicidad en que el sector tendrá que presentar cuentas y balances de solvencia y provisiones, además de auditar antes de marzo de 2012 los sistemas propios de contabilización de riesgo en las grandes compañías aseguradoras. Queda por definir el modelo de transparencia y seguimiento de las compañías de seguros en Europa en el espacio de un año.

Aunque marzo de 2012 aún queda relativamente lejos y la norma no está cerrada definitivamente, las grandes casas de seguros se apresuran para cumplir con los requisitos de la directiva Solvencia II de la Unión Europea y con las nuevas exigencias que la EIOPA marque en lo sucesivo. El fin último es el de obtener ventaja sobre las ‘pymes’ del sector que se acojan al periodo de transición a la nueva normativa que permite una dilación de hasta 10 años en algunos capítulos para evitar ‘afear’ el balance de las firmas más pequeñas.

Además, señalan fuentes del sector, el cumplimiento de estos requisitos -aún sin conocerse a ciencia cierta cómo quedará la normativa final- facilitará la obtención de altas calificaciones por parte de las agencias de ‘rating’, lo que a su vez ayudaría a colocar deuda corporativa y dar paso a otros procesos de obtención de liquidez que podrían ser necesarios para adaptarse a la regulación europea definitiva sobre las aseguradoras.

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