Opinión

Corta y pega

Sólo desde la desidia, la cesión del título de ciudadano y el pasotismo electoral se entiende que no haya una cacerolada en Cibeles para protestar por el cartel que se ha marcado el alcalde de Madrid sin madrileños. El regidor municipal ha elegido a una agencia de fotografía danesa para que le ponga a un puñado de guapos detrás, gente con buen aspecto pero ninguno de ellos vive/reside/conoce Madrid. Es lo que se llama un atraco a todo color, y nos lo tragamos.

Sabíamos que los políticos pueden vivir sin sus votantes pero al menos que disimulen un poco, caramba. La medida en la que le interesa el pueblo de Madrid a Gallardón es el cartel de corta y pega que se ha mercado por Internet. A partir de ahí sobran los discursos y las promesas, el alcalde pasa del populacho porque dan mal en la foto. Está claro que en caso de haber sido Felipe IV habría preferido que le pintara antes Rubens que Velázquez porque el sevillano tendía a retratar enanos, borrachos y gordas. Con Gallardón de rey no hubiera habido Meninas.

Y si escandaloso es este truco de magia, peor aún que no se le haya enrojecido la piel de vergüenza. Todo lo contrario, da por bueno el incidente y se dispone a pasar página.

Esta ciudad de gente que no es real le pega mucho al alcalde. Se podía haber hecho una foto con los bisontes de la pradera, o con una tribu de batutsi, total tampoco son madrileños. Igual que Gallardón cuyo reino no es de este mundo.

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