Opinión

El precio del petróleo pone a Europa en una posición delicada

Es evidente que la eventualidad de que se produzcan problemas en el suministro de combustibles fósiles que llega a Europa procedente de los países árabes lleva implícita una carga ineludible de inflación para los países consumidores que son el destino de las exportaciones de la zona afectada. A partir de aquí, los manuales apuntan como medicina para el mal el encarecimiento del precio del dinero que tendría que actuar como agente desestimulador del consumo. Hasta ahí lo que dicen los tratados.

Luego hay que considerar la realidad de una Unión Europea (UE) que, lentamente, busca la forma de superar una dura crisis económica en la que aún hoy sigue sumergida. Y que el precio del petróleo haya subido un 18% en lo que va de año no es la mejor de las noticias para un área que, en su conjunto, no crecerá este año más que un magro 1,3% del PIB, según la mayoría de las estimaciones. En cualquier caso, esta difícil coyuntura debería abrir un periodo de reflexión. Se necesitan soluciones.

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