Opinión

El escapista

La CEOE ha hecho un censo de personas que se escaquean de su puesto de trabajo y les sale un millón y medio absentistas. Quizá sea una cifra elevada pero está claro que aquí hay mucho profesional del escapismo, mucho “Houdini” que se quita de en medio con la menor de las excusas. Me refiero a esos que buscan una baja por cualquier motivo, a los que arañan días libres, a los que siempre se les muere un familiar próximo.

Dice la CEOE que así no podemos ser un país competitivo, y no les falta razón porque si no empujamos todos la furgoneta no arranca. En cierto sentido seguimos instalados en el tópico de uno que trabaja y cuatro que miran cómo lo hace, eso sí emitiendo su opinión para quede claro que ellos lo harían mejor que nadie. En la teórica laboral somos imbatibles, ya sea en versión deportiva, política o municipal; ahí cada español tiene un remedio incuestionable que los políticos no aplican porque “no nos entienden”. Lo cierto es que cuándo uno agacha el hombro es a los demás a los que les toca repartir el peso de la carga.

La parte positiva, (si la tiene), es la creatividad que le echa el personal a la hora de inventarse excusas. Ahí podemos ser campeones del mundo, llevarnos todo tipo de menciones y presumir de más copas que Ángel Nieto.

La parte negativa, (que sí existe), es la escasa seriedad que proyectamos y la falta de cultura democrática y laboral. Somos nietos de Rinconete y Cortadillo.

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