Las remesas que los inmigrantes que trabajan en España envían a sus países de origen se han estancado en torno a los 7.000 millones de euros tras dos años de caídas, según los datos aportados por el Banco de España. Al cierre de 2010, esta partida económica ascendió a 7.186 millones de euros, frente a los 7.213 millones de 2009, lo que supone un descenso del 0,3%. Un estancamiento que choca con las importantes caídas que se registraron en 2008 y 2009, cuando estas remesas descendieron un 7,1% y un 9,7%, respectivamente.
A pesar de lo positivo de este dato, los 7.000 millones quedan lejos de los 8.445 millones de euros registrados en 2007, año en el que se registró el mayor envío de remesas. El descenso en los últimos años de esta partida económica se ha debido al aumento del paro que ha llevado a España a más de 4,7 millones de desempleados.
Por su parte, las remesas de dinero que envían los españoles que viven en el extranjero ha aumentado un 4,6% en 2010, hasta los 1.284 millones de euros. Esta cifra es un 12,4% menos con respecto al tercer trimestre del anterior año.
