Caja Madrid y Bancaja, que lideran junto a otras cinco entidades de menor tamaño Bankia, acapararon en febrero un 40% de la liquidez obtenida por las cajas de ahorros a través de la ‘barra libre’ del Banco Central Europeo (BCE), según el balance del sector que publicó el pasado viernes la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En concreto, Bancaja fue la entidad que más dinero solicitó, 5.904 millones.
No obstante, la apelación de la caja valenciana representa una caída de casi un 20% respecto a los más de 6.000 millones de febrero. Por su parte Caja Madrid captó de la institución que preside Jean Claude Trichet 5.126 millones, frente a los 7.897 millones de febrero. Dentro de Bankia, Caja Insular de Canarias, Caixa Laietana y Caja Segovia no solicitaron liquidez al BCE, mientras que Caja Ávila y Caja Rioja pidieron 175 y 100 millones de euros respectivamente.
El total del sector de cajas pidió 28.876 millones de euros, un 57% respecto a la apelación total de las entidades españolas en ese mes. La liquidez barata del BCE se convirtió tras el cierre de los mercados provocado por la caída de Lehman Brothers prácticamente en la única alternativa de las cajas españolas para captar liquidez, junto con los depósitos minoristas. Sin embargo, la paulatina normalidad que está regresando a los mercados mayoristas está reduciendo poco a poco esta dependencia.
De hecho, según los últimos datos publicados por el Banco de España, correspondientes a marzo, la deuda de las entidades españolas (bancos y cajas) cayó hasta los 40.992 millones de euros, la cifra más baja desde enero de 2008, cuando se situó por debajo de los 40.000 millones, con lo que marcó su segundo mínimo consecutivo. El importe de marzo representó una caída del 16,6% respecto a febrero (49.177 millones).
Sin embargo, no en todos los casos han caído las apelaciones al BCE. En el caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), en febrero solicitó 3.003 millones de euros, ligeramente por encima de los 3.001 millones de enero. Esta tendencia podría continuar, tras las emisiones de cédulas hipotecarias que la caja alicantina realizó el pasado mes de abril, y que se ‘autocolocó’, a fin de que sirviese como colateral ante la ventanilla de liquidez europea. La caja se cubre las espaldas ante la complicada situación que atraviesa, después de que se haya visto obligada a solicitar 2.800 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), lo que se traduce en una práctica nacionalización si no logra antes un socio para una fusión.
