La Federación de Servicios de UGT-PV ha anunciado que denunciará a Bankia por la integración de los empleados del grupo inmobiliario de Bancaja en una nueva entidad. El sindicato considera que con esta medida “se perjudica conscientemente” a los trabajadores.
La Federación de Servicios de UGT en la Comunidad Valenciana ha presentado un conflicto colectivo ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (Sima) en Madrid por la decisión de Bancaja de dividir su negocio inmobiliario, agrupado en CISA, en dos sociedades: la ya existente Bancaja Hábitat que asumirá los inmuebles ya en ejecución, y la nueva sociedad CISA 2011, que incluirá los activos más difíciles de vender, como el suelo.
Según considera el sindicato, esta escisión tiene como única finalidad sanear la cuenta de resultados de Bancaja “a los efectos de poder maquillar la situación de la caja eliminando los activos tóxicos que pasan” al grupo.
FeS-UG-PV cree que “estas sociedades se crearon con el único propósito de sustituir un área concreta dentro de la entidad Bancaja, desarrollando la actividad que, hasta ese momento, era desarrollada por trabajadores de la empresa, pero no por ello, se debe conseguir una desvinculación”.
“A diferencia de lo ocurrido con los empleados de las siete cajas que conforman la integración del SIP, que disfrutan de un acuerdo laboral firmado en 14 de diciembre de 2010, los empleados de CISA y Bancaja Hábitat no disponen de un protocolo firmado con carácter vinculante que regule la situación presente y futura” ya que fueron “excluidos expresamente del citado acuerdo laboral”, según considera el sindicato. Fuentes de Bankia consultadas por EL BOLETÍN no hacían comentarios al cierre de esta edición.
Bankia, fruto de la unión de Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja se ha convertido en la entidad con mayor exposición al ladrillo de 8.105 millones de euros.
