Internacional

Adiós al estado de bienestar cubano

Esta semana ha saltado la sorpresa dentro de la esfera de la alocada política cubana. Raymundo Navarro, dirigente de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), advertía y parecía aceptar que Cuba es y será incapaz, por si misma, de mantener el sistema de protección social que ha desarrollado desde el inicio de la Revolución. La caída en el número de funcionarios de sanitarios no es más que un ejemplo actual que refrenda su desmantelamiento.

Sin embargo, el diario Granma venía avanzando, desde hace más de un año, que esta iba a suceder. Navarro lo tiene claro cuando señala que, «un peluquero cobra un salario atienda a tres o veinte clientes, mientras manda a sus hijos a un colegio gratuito, no paga un centavo si se tiene que hacer hasta un trasplante, o va al teatro por 0,25 dólares; así la economía no aguanta; por eso ahora el Estado le va a alquilar el local y tendrá que pagar la luz, el agua y los impuestos de acuerdo con lo que gane». Según el sindicalista, «en Cuba están infladas las plantillas del Estado y se busca que, con el tiempo, medio millón de trabajadores pasen al sector no estatal, con el fin de cambiar la estructura del empleo”.

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