Economía

La OCDE coloca a España en el furgón de cola de la fibra óptica

España continúa en la tercera división de la liga mundial de la banda ancha. Así lo ha vuelto a poner de manifiesto hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su último informe que analiza este mercado. Nuestro país suspende en los criterios tradicionales, los de penetración y precio, pero también en los nuevos, como el de las redes ultraveloces de Internet.

La penetración de esta nuevas líneas de Internet sobre las de banda ancha en España es del 0,49%. Es decir, que ni si quiera cinco usuarios de cada mil disfrutan de conexiones de fibra óptica, capaces de llevar velocidades de cien megas hasta los hogares. Según la clasificación de la OCDE, España es el noveno país entre los 31 analizados con menor penetración de las nuevas redes de fibra y se cuenta entre las catorce naciones del mundo desarrollado donde el porcentaje de líneas de banda ultraancha sobre el total de accesos no llega ni al 1%.

Pero más llamativo si cabe es la situación de países de nuestro entorno, como Portugal, donde la penetración alcanza el 6%. Sin embargo, la verdadera diferencia la marcan Japón y Corea del Sur, donde el 58% y el 55% los internautas, respectivamente, se conecta a la red a través de fibra óptica.

En el caso nacional, esta diferencia se une al tradicional retraso en la penetración de la banda ancha convencional: A cierre del año pasado, el 23,4% de la población española tenía un acceso de banda ancha fija, frente al 24,9% de media de la OCDE. Sin embargo, el dato español mejora en un 5,4% frente al año pasado.

Donde no hay lugar para el optimismo es en los precios. El coste de la banda ancha en España es el más alto de los 34 países que OCDE ha estudiado en su último informe. El precio mínimo para contratar esta banda es el más alto con una media de 44,48 dólares (unos 31,5 euros), el doble que en Reino Unido y el triple que en Japón. Esta es la primera vez que España lidera esta clasificación, que se ha realizado con base a una muestra de septiembre de 2010. En la anterior aparecía en el cuarto puesto.

En la misma situación está el precio medio de la banda ancha, resultante de la media entre la tarifa más barata y la más cara. Con 65,61 dólares al mes, es la más alta de los países desarrollados. Por detrás de España, que encabeza este estudio, está Luxemburgo y Portugal.

Para calcular estos precios, el estudio recoge las ofertas más competitivas del mes de septiembre de 2010, ponderadas por el nivel de poder adquisitivo de los diferentes países (PPP), sin tener en cuenta los paquetes de ofertas. Precisamente, este es uno de los argumentos que ha usado el sector en España para explicar estos datos. Dado que las operadoras realizan las mejores ofertas de conexión a Internet de nuestro país empaquetadas, es decir, con teléfono y televisión.

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