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Génova pone bajo vigilancia al PP valenciano

Tras la victoria en las urnas el 22-M y con unas encuestas que vaticinan un nuevo éxito en las generales, la dirección nacional del PP no quiere sorpresas ni rebeliones internas que ensombrezcan estas expectativas. Por ello, Mariano Rajoy ha puesto el ojo sobre uno de sus ‘barones’ más polémicos como Francisco Camps y ‘someterá’ a vigilancia al partido en la Comunidad valenciana cada dos meses.

Génova y los máximos responsables del PP valenciano, tanto al frente del partido como en el Grupo Parlamentario en las Cortes autonómicas, se verán las caras cada dos meses para analizar, según fuentes oficiales, asuntos que afecten a esta autonomía como la creación de empleo, austeridad en los gastos o un nuevo impulso al Corredor del Mediterráneo. Así lo han acordado ayer la vicepresidenta del Ejecutivo de Camps, Paula Sánchez de León, y el vicesecretario de Comunicación del PP y miembro de la dirección nacional, Esteban González Pons.

Unos objetivos que esconden la orden de Mariano Rajoy de no ‘levantar polvo’ en los próximos meses a la espera de la convocatoria de unas elecciones generales. La implicación de Francisco Camps en el ‘caso Gürtel’ o la batalla que durante los últimos años contra los ‘zaplanistas’ por el poder en Alicante y que se zanjó en las elecciones del 22 de mayo puso el foco de atención en los problemas de Rajoy para gestionar su partido. Día sí y día también, el presidente del PP ha tenido que hacer frente a preguntas sobre el futuro del líder de los populares valencianos por su relación con esta trama de corrupción. Esto ha llevado en varias ocasiones a que el discurso oficial del PP se relegara al olvido.

“Una sola voz”

La propia vicepresidenta del Ejecutivo valenciano, Paula Sánchez de León, admitió que este calendario de encuentros bimensuales trata de que en la relación entre el partido en Valencia y la dirección nacional haya “una sola voz”.

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