El ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, ha asegurado que “nunca ha llamado a la violencia” en ninguna de sus intervenciones, negando así que quisiera “elogiar” al etarra José María Sagarduy ‘Gatza’ en un acto celebrado el 9 de julio de 2005 en Amorebieta (Vizcaya), y por el que está siendo juzgado. En la vista oral que ha vuelto a ser realizada, ya que el anterior tribunal carecía de imparcialidad y lo condenó a dos años de cárcel en 2010 , Otegi ha insistido en que acudió al acto “como mayor representante de la izquierda abertzale” para denunciar “un escándalo jurídico, político y humano”.
Otegi ha hecho hincapié en su inocencia tras afirmar que su participación en la ofrenda floral, no tenía como objeto enaltecer el terrorismo, ya que, “tengo la costumbre de tirar un clavel rojo a todos los funerales a los que asisto, desde mi familia hasta los del Partido Popular o el Partido Socialista”. El ex portavoz de Batasuna, ha explicado que asistió al evento con el objetivo de “reivindicar la libertad” del preso y denunciar la crueldad penitenciaria que estaba sufriendo.
Además ha insistido en que desconocía el carácter del acto y que se limitó a realizar un discurso que coincidía con “la puesta en marcha de un proceso de diálogo con el Gobierno”. También ha apuntado que en esas fechas no era lógico realizar un acto de enaltecimiento terrorista dado el proceso de diálogo con el Ejecutivo, y que comparó a Sagarduy con Mandela, ya que vivía “una situación absolutamente enquistada, como la sudafricana, y se había podido solucionar con diálogo y negociación”.
Por su parte, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, ha advertido a los abogados que no se iban a aceptar cuestiones que no estuvieran relacionadas con el procedimiento, y el fiscal ha pedido para Otegi una condena de 18 meses de prisión. Paralelamente, la acusación popular compuesta por el Foro de Ermua y Dignidad y Justicia (DyJ), ha solicitado dos años de cárcel para el ex portavoz.
Por último, la anterior sentencia condenó a Otegi en 2010 a dos años de cárcel, pero el Tribunal Supremo ha decidido volver a repetir la vista oral tras considerar que no había imparcialidad. Esta decisión se tomó ya que la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, preguntó al ex portavoz si condenaba el terrorismo, y cuando este dijo “no voy a contestar”, la juez concluyó diciendo que “ya lo sabía”.
