El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió hoy a todos los países de la UE, especialmente a “los más poderosos”, en clara alusión a Alemania, a que asuman su responsabilidad para frenar a los especuladores financieros tras el agravamiento de las tensiones en los mercados.
La solución sólo será posible con “una respuesta europea firme, articulada, clara y rápida”, ha asegurado Zapatero en una rueda de prensa tras reunirse con Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. El presidente del Gobierno ha insistido en que el problema es la sostenibilidad de la deuda griega y la apertura del debate de la participación privada. “No se abrió bien ese debate y no se ha cerrado”, ha añadido.
Mientras tanto, según asegura la agencia Reuters, Herman van Rompuy ha iniciado contactos con los líderes de los países del euro con el fin de convocar una cumbre extraordinaria para tratar el agravamiento de la crisis de la deuda. Si bien no ha querido confirmar esta convocatoria durante la rueda de prensa, tampoco ha querido desmentir que esté descartada. Según asegura elpais.com, el propósito del presidente del Consejo Europeo es que la cumbre se convoque para este viernes por la tarde, con un fin de semana de mercados cerrados y una vez que se hayan publicado los resultados de las pruebas de resistencia a la banca europea, que se darán a conocer el viernes a las seis de la tarde, hora peninsular española.
En su reunión de ayer, el Eurogrupo volvió a cumplir el guión y a demostrar su ya manifiesta incapacidad para vencer la dura batalla contra la especulación financiera en la que está en juego el futuro de la moneda única. Tras una larga reunión urgente, con Italia, España y Bélgica, casi al borde del precipicio, sólo se consiguió un ambiguo principio de acuerdo para alargar plazos de pago y bajar algo los intereses de los préstamos del Fondo de Rescate que han recibido, Grecia, Irlanda y Portugal.
Mientras la crisis fiscal de la eurozona se acentúa, Alemania endurece su enfrentamiento con el Banco Central Europeo (BCE). Angela Merkel ha reclamado hoy a Italia que emita señales que confirmen que avanza en las reformas presupuestarias necesarias para restaurar la confianza en el área euro. Frente a este discurso, el presidente de la autoridad monetaria, Jean Claude Trichet, ha insistido en la idea de instaurar la figura del ministro de Finanzas para la Unión Europea (UE) y aumentar la coordinación de las políticas económicas como la única solución posible para salir del túnel.
Las diferencias entre ambos se acentúan y el futuro de la moneda única se ensombrece. La posibilidad de que las convulsiones en los mercados de deuda soberana derrumben a Italia ya no son sólo una eventualidad extrema para considerar en los escenarios teóricos menos favorables.
Roma es una pieza de caza mayor que, en teoría, debería ser abatida tras haber hecho blanco en España, pero los especuladores podrían cambiar el orden de las fichas de dominó si la recompensa merece la pena.
Esa certeza ha aumentado la tensión entre las distintas instituciones implicadas en la salvación del euro. Para el todavía presidente del BCE, Jean Claude Trichet, la necesidad de una respuesta política de la UE es ya sencillamente apremiante. Sin dar pasos decididos hacia una estructura nueva que refuerce la unidad en la gobernanza europea, aunque los países de la eurozona cedan soberanía en lo tocante al gobierno económico, la moneda única no sobrevivirá.
Merkel, sin embargo, mantiene su estribillo favorito. El de los ajustes y los recortes. Una receta que empieza a perder adeptos también en otras instancias. Ayer mismo, desde el FMI ha empezado a ponerse énfasis en la necesidad de un giro político que priorice el regreso al crecimiento económico. No son palabras de Christine Lagarde, la nueva directora gerente, pero se consideran inspiradas por ella.
La debilidad de la recuperación económica global parece abrirse paso de modo incipiente entre los líderes globales, contra la opinión de Angela Merkel.
El BCE calma las tensiones de los mercados financieros
Rumor o realidad. No importa. La posible intervención del Banco Central Europeo (BCE) ha calmado las tensiones en los mercados de deuda y de renta variable, donde el pánico continuaba instalado tras la jornada negra de ayer. Las primas de riesgo de España e Italia se relajaron y sus respectivas bolsas dejaron atrás las fuertes pérdidas, que en algunos momentos llegaron a tocar el 4%.
Éxito de la subasta italiana
El relativo éxito de la subasta del Tesoro italiano también contribuyó a conceder un respiro. El coste de financiación a 12 meses de Italia se incrementó un 71% respecto a la subasta de similares características de hace un mes, pero para los mercados ha sido una señal de alivio al comprobar que el país ha sido capaz de colocar la totalidad de la emisión. La subasta, por 6.750 millones de euros, fue la primera prueba para comprobar el apetito de los inversores tras el resurgimiento de los temores de que este país sea el próximo en caer como consecuencia de las tensiones políticas locales y la combinación de alto endeudamiento y bajo crecimiento. La rentabilidad de las letras subió al 3,67% desde el 2,147% de junio.
También Grecia ha superado la prueba de fuego. Ha colocado letras a seis meses con una rentabilidad del 4,90%, ligeramente por debajo del 4,96% que pagó hace un mes.
Las primas de riesgo se moderan
En este escenario, la prima de riesgo de España se ha unido a la tregua de los mercados y desciende hasta situarse en 317 desde los 380 puntos básicos a los que llegó en torno a las 10 de la mañana de hoy. La incapacidad de la Unión Europea para solventar las dudas sobre la fortaleza de los bancos italianos y concretar el segundo paquete de ayudas a Grecia ha provocado un hundimiento en el precio de bonos de algunos países europeos, incluida España, que ha llegado a pagar un 6,30% por su deuda a diez años. Pero a media sesión perdió el umbral del 6%. La rentabilidad del bono italiano también llegó a tocar el 5,98%.
Cuatro Bolsas suspendidas de negociación
Pero los sobresaltos también llegaron a las bolsas. En medio de la tormenta financiera, NYSE Euronext comunicó que las bolsas de Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo han sido suspendidas por problemas técnicos. El gestor bursátil no ofreció más detalles. Poco después volvieron a negociar con caídas del 1%, en linea con el resto de las europeas.
El euro recupera los 1,40 dólares
La relajación de las tensiones en los mercados permitió al euro recuperar la cota de los 1,40 dólares que había perdido esta misma mañana, cuando la divisa europea llegó a intercambiarse en 1,38 dólares, su cruce más bajo desde el pasado 11 de marzo. Frente al yen llegó a caer casi un 3%, pero luego el descenso se mitigó.
