Las zonas de sombra del segundo plan de rescate de Grecia, o mejor del segundo intento de asegurar a los acreedores de Atenas, son muchas y más profundas de lo que parecen.
Están todas las implicaciones que para los contratos de cds puede tener la disposición de las agencias a sancionar como suspensión de pagos el canje de deuda. Si hay suspensión de pagos quien ha contratado el seguro contra el impago puede reclamar lo que le corresponde. Pero también, los programas de recompra de la deuda que los bancos tienen en cartera que debe poner en marcha el Fondo de Rescate, en cuánto le autoricen.
Por si no había quedado claro, Charles Dallara, el número 2 de la patronal bancaria internacional ya ha hablado al respecto. Tiene que haber recompras, ha dicho, para asegurarse de que se reduce el monto total de la deuda pública griega hasta los ya famosos volúmenes sostenibles. Y cuidado con las veleidades del FMI y su reglamento. El Fondo tiene que participar en el rescate. Sin tecnicismo ni otras complicaciones.
