Opinión

La deuda perfecta

Igual que George Clooney protagonizó «La Tormenta Perfecta» lo que va a hacer Elena Salgado en el consejo de Política Territorial y Financiera es subir y bajar olas con viento cambiante y racheado. La deuda es como la tormenta, puede resultar letal cuándo se lleva mucho tiempo instalado en la marejada.

En la reunión de esta tarde se les va a pedir a los consejeros de Economía que dejen las «armas» en la entrada porque pueden volar cuchillos. España entendida como una junta de vecinos en la que aflora lo peor de nuestros semejantes. El consejo de Política Territorial y Financiera es todo lo contrario a un telemaratón solidario, allí se van a escuchar descalificaciones vecinales y peleas antiguas: el del primero no se habla con el del segundo, el del ático se queja de que no le llega el agua con suficiente presión, y el portero no cobra… así que unos por otros y la casa sin barrer.

Decía Groucho que le disculparan si les llamaba caballeros «pero es que todavía no les conozco lo suficiente», y esa puede ser la línea de trabajo en un lugar dónde todos son tahúres con chalecos floreados. El que no ha ocultado una deuda atómica se ha pulido en oropeles lo que no tenía. La crisis deja al descubierto las vergüenzas públicas de unos balances pintados como travestis de cuneta.

Y luego dirán que la calle se llena de indignados, pocos parecen, muchos más serían en caso de que se conocieran todas las pequeñas miserias que afloran en reuniones como ésta. Al lado de algún dirigente regional, y municipal, Al Capone era un becario del tráfico de alcohol ilegal, un tronquito sin experiencia.

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