La ola de disturbios y saqueos que comenzó el sábado en Londres y se ha extendido a varias ciudades del país como Birmingham, Liverpool o Leeds ha llevado a las autoridades británicas a suspender el partido amistoso entre Inglaterra y Holanda, previsto para mañana miércoles.
La federación inglesa de fútbol (FA, por sus siglas en inglés) anunció la suspensión del encuentro debido a que requeriría la presencia de numerosos agentes de policía y estos están siendo destinados a contener la ola de violencia. La suspensión de este encuentro se suma a la de otros tres partidos de primera ronda de la Carling Cup, cuya cancelación ya ha sido confirmada.
Londres vivió su tercera noche consecutiva de incidentes con grupos de jóvenes saqueando comercios e incendiando edificios y vehículos. El germen de estas revueltas se sitúa en la madrugada del sábado al domingo, cuando el barrio londinense de Tottenham fue el escenario de protestas en los que varios edificios resultaron calcinados y hubo al menos 29 personas heridas y 61 detenidas.
El desencadenante de los incidentes fue el tiroteo en el que falleció un joven de 29 años, Mark Duggan, supuestamente por disparos de la Policía, suceso que está siendo investigado por una comisión interna de Scotland Yard.
