Cuba va a colaborar de forma activa con la expansión energética de Ecuador. De este modo, la mayor de las Antillas va a enviar al país andino varios generadores de combustible que consolidan de este modo el pacto de cooperación energética entre ambas naciones firmado en el año 2009. A cambio de un precio, claro: 100 millones de dólares que, desde luego, no le van a venir nada mal a Cuba para superar su particular crisis financiera, que también se originó -o cobró especial virulencia, según la versión- en el año 2008.
Algunos diplomáticos ociosos afincados en La Habana han señalado las aspiraciones de la Isla para convertirse en una de las potencias energéticas de la región, y por lo tanto un referente en estas cuestiones dentro del continente. Gracias, por supuesto, a la inestimable colaboración de la amiga Venezuela, que cuenta con enormes recursos naturales. Cuba comenzó a exportar sus sistemas de implantación energética en el año 2008. De momento ya ha hecho acto de presencia en Nicaragua, Haití y la propia Venezuela (donde firmó una venta por miles de millones de dólares). Ahora es el turno de Ecuador.
