La Asociación de tesoreros y directivos de empresa (ACT, por sus siglas en inglés), que agrupa a las cien mayores compañías británicas, advirtió ayer que separar la banca de inversión de la comercial repercutiría gravemente en la recuperación económica del Reino Unido. James Grout, director de políticas de la Asociación, declaró al “Sunday Telegraph” que un “anillo de protección” a la banca, puede tener efectos “demoledores” para la economía.
En respuesta a la propuesta, realizada en abril por la Comisión Independiente para la banca (IBC en inglés), a favor de que los bancos operen en el sector comercial y en el de inversión de manera claramente diferenciada, utilizando filiales separadas, Grout manifestó que tal decisión crear “puede encarecer los créditos para las empresas”.
Según ACT, es preocupante que “el dinero entre las áreas comerciales y de inversión no vaya a circular y vaya a encarecerlo todo”, lo que implica “graves consecuencias en la producción y el empleo”.
La Comisión para la banca, creada en 2010 por el Gobierno para mejorar la estabilidad financiera y evitar una nueva crisis, presentará sus conclusiones definitivas sobre la reforma financiera el 12 de septiembre. Por su parte, los bancos británicos ya se han mostrado en contra de una regulación “demasiado severa”, y han amenazado con trasladar sus cuarteles generales a otros países “más liberales”.
