Los grandes bancos del parqué neoyorquino Citi y Goldman Sachs han decidido fichar a la agencia de calificación Moody’s para colocar en las próximas semanas un paquete de cédulas hipotecarias que podría ascender a unos 1.000 millones de euros. Lo curioso del movimiento es que ambas entidades han decidido dar la espalda a S&P, agencia que originalmente tendría que haber calificado la operación financiera el pasado julio.
La operación, prevista inicialmente para finales del mes pasado, tuvo que suspenderse cuando la agencia de ‘rating’ S&P anunció que iba a revisar su proceso de calificación para operaciones en las que interviniese más de un prestamista. Una decisión que ha dejado esta colocación de cédulas hipotecarias en el dique seco por un mes.
Ante las continuas presiones del mercado de deuda y la volatilidad de los mercados, Citi y Goldman han preferido cambiar de agencia para asegurar la venta de sus activos antes de que lleguen tiempos que podrían ser peores, según fuentes cercanas a la operación citadas por The New York Times.
Esta decisión pone a Standard & Poor’s de nuevo en el ojo del huracán después de que anunciase el recorte de nota a EEUU para sacar a la mayor economía del mundo del club de la ‘triple A’. Ahora queda saber si la operación fallida de julio, conocida como GC4, mantiene los términos iniciales o si Moody’s exigirá modificaciones a sus nuevos clientes para concederles una nota que sea atractiva para los inversores en el actual escenario económico.
