A un mes de la fecha límite, Novacaixagalicia se encuentra “todavía en conversaciones” con inversores privados para que inviertan en la caja, según han señalado fuentes de la entidad a EL BOLETÍN. El nuevo banco que se creará para acoger estas inyecciones de capital se halla sólo pendiente de las autorizaciones pertinentes, con lo que se espera que esté operativo a principios de septiembre.
El 30 de septiembre se cumple el plazo para que las cajas de ahorros que no alcanzan el nuevo mínimo de solvencia completen su recapitalización, y la caja gallega necesita 2.622 millones de euros para cumplir con este mínimo. Por ello, se da prácticamente por descontado que la entidad deberá complementar el capital captado de los inversores privados con las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El objetivo principal es lograr que la caja gallega mantenga al menos el 50% del nuevo banco, que contará con un activo de 68.338 millones de euros y un volumen de capital que alcanzará los 1.084 millones. Si el porcentaje desciende por debajo de esa cota, Novacaixagalicia se vería obligada a convertirse en fundación.
Para evitar esta alternativa, José María Castellano, futuro presidente del banco, ha realizado una intensa ronda de contactos entre inversores gallegos, tanto de España como de fuera de nuestras fronteras. La entidad ha despertado también el interés de fondos de inversión extranjeros. Tal y como ya adelantó este diario, de los 12 fondos que han realizado una ‘due dilligence’ a Novacaixagalicia, se espera que al menos cinco de ellos presenten una oferta para invertir en la entidad, aunque aún se desconoce la valoración que realizarán de ella.
