Internacional

Bruselas y el BCE cuestionan los métodos del FMI

Las autoridades de la zona del euro y del Banco Central Europeo (BCE) han cuestionado los métodos del FMI para señalar que los bancos europeos tendrían que asumir un agujero de 200.000 millones de euros por su exposición a las potencias periféricas de la región, y en concreto a Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia y Bélgica. Según los datos más recientes publicados por el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), las entidades de Francia y Alemania son en conjunto las que más negocios mantienen en estos países.

El enfrentamiento entre el Fondo y las autoridades políticas y monetarias del Viejo Continente ha surgido después de que esa cifra -la de 200.000 millones de euros- fuese publicada por el rotativo británico Financial Times, que ha citado a dos fuentes del FMI. Precisamente, ha sido este mismo diario el que ha citado a fuentes de Bruselas y de la autoridad monetaria que dirige Jean-Claude Trichet diciendo que los cálculos del FMI son erróneos y sus métodos son cuestionables.

También ha habido reacciones públicas. La más notoria hasta el momento la ha protagonizado esta mañana el Gobierno que preside Nicolas Sarkozy, presidente de Francia. Durante una reunión con banqueros y empresarios, la ministra de Presupuesto gala, Valerie Pecresse, ha explicado que «los bancos franceses cuentan con más capital que hace un año y han aprobado las duras pruebas de solvencia realizadas hace un mes». «No estamos preocupados por el estado de la banca», ha recalcado la ministra.

Una opinión que no secundan los expertos a sueldo de un FMI que ahora preside otra francesa, Christine Lagarde, hasta hace unos meses mano derecha de Sarkozy como ministra de Economía del país. Y una opinión que tampoco secundan los expertos del Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés).

La IASB envió el pasado 4 de agosto una carta a la Autoridad Europea de Valores y Mercados en la que argumentaba que algunas instituciones financieras no han utilizado los precios del mercado para calcular el valor de sus inversiones en bonos griegos, y sin embargo han decidido utilizar cálculos modelos propios para elaborar estas cuentas. Aunque este organismo no quiso mencionar a ningún banco en concreto, los rumores del mercado daban el nombre de un supuesto componente de esta lista negra: el francés BNP Paribas.

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