Internacional

Alemania insiste en que toda Europa pague el saneamiento de sus bancos

El plan de la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, parece claro para algunos avezados ‘blogeros’. Consiste en que todos los europeos paguen con sus impuestos los costes del saneamiento de la banca alemana con problemas. Además, a EEUU, el otro gran país occidental del G7, la idea no le parece mal.

Eurobonos, no. Que cada estado aguante su deuda propia, puesto que si no, sería imposible que los ‘manirrotos’ optaran por disciplinarse. Saneamiento común del sistema financiero sí. Todos los países de la Zona del Euro deben contribuir a recapitalizar los bancos sistémicos con problemas. En este caso, el posible riesgo de que quienes hayan incluido en malas prácticas estén dispuestos a repetirlas no parece importarles demasiado.

El repentino furor europeísta de los conservadores alemanes en el poder podría apoyarse en razones muy profundas. El estado de salud de su sector bancario, permanentemente bajo sospecha en los rumores de mercado y la necesidad de evitar sus quiebras con inyecciones de capital.

Tal vez por eso, ahora, los teutones, defienden la ampliación del Fondo de Rescate y la aplicación de cambios en su naturaleza jurídica que permitan que, además de comprar deuda soberana en los mercados secundarios, pueda realizar inyecciones de capital directas en el sector financiero.

El ministro de Finanzas alemán, Wofgang Schäuble, ha defendido ante el parlamento de su país la necesidad de apoyar la ampliación del Fondo de Rescate Europeo y, sin embargo, su argumentación ha sonado algo menos europeísta que la empleada en el mismo lugar por la canciller Angela Merkel.

Para Schäuble sí hay que ampliar al Fondo, hasta que tenga, en principio, una capacidad de préstamo similar a los 440.000 millones de euros de su volumen nominal, pero antes de hacerlo hay que cambiar su naturaleza jurídica actual de modo que pueda ser usado para recapitalizar bancos en apuros.

¿El Deustche Bank, por ejemplo? Su presidente, Joseff Ackerman reconocía hace unos días que si la crisis de la deuda soberana europea termina en una serie de suspensiones de pagos desordenada alguna gran entidad financiera europea podría quebrar. Sin dar nombres, por supuesto.

Pero, en los ambientes financieros sí se manejan, el propio Deustche, Societe Generale, Unicredito…todos ellos sonaban ya antes de que se publicarán las fallidas pruebas de resistencia bancaria europea que, por lo que se ven, han vuelto a resultar un fiasco en esta segunda edición.

El movimiento cuenta con el beneplácito de EEUU. Allí están preocupados. El presidente de la Reserva Federal de EEUU (FED), Ben Bernanke, ha tranquilizado al Senado de EEUU al asegurar que la exposición de las carteras de los bancos estadounidenses a la deuda pública de Grecia, Portugal e Irlanda no es muy elevada y una posible suspensión de pagos ‘resultaría manejable’. Al menos, en lo que tiene que ver con la exposición directa.

Sin embargo, Bernanke no se compromete a asegurar que si se produce la hecatombe, el sector financiero de EEUU no se vea perjudicado. Al fin y al cabo, la exposición indirecta es muy superior. Si algún gran banco europeo, con o sin operaciones en EEUU, se derrumba en el proceso, hay peligro.

La FED está muy pendiente de lo que pueda suceder en Europa en los próximos días, aunque ya ha puesto en marcha mecanismos preventivos, como la sugerencia realizada a los fondos estadounidenses de que deshicieran posiciones en los bancos europeos.

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