El despido, vía expediente disciplinario, de la que hasta ahora fuera directora general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), María Dolores Amorós, ha pillado de sorpresa a los sindicatos de la entidad alicantina, que prefieren mantener la cautela hasta que no se clarifiquen del todo los motivos por los que el Banco de España ha decidido adoptar esta medida.
Según han señalado a EL BOLETÍN fuentes de Sicam, sindicato mayoritario en la caja alicantina, la primera reacción es de “sorpresa y decepción” por que se haya llegado a esta situación, ya que Amorós, como directora general, “debía ser modelo para el resto de empleados”. No obstante, la cautela es la nota dominante, al menos “hasta que se aclaren los cargos imputados” contra la ejecutiva, que tiene 20 días para recurrir el cese disciplinario.
Hasta entonces, a ojos de los sindicatos, Amorós sigue siendo una empleada en conflicto con la CAM y cuenta con la presunción de inocencia por parte de los representantes de los trabajadores.
El Banco de España ha despedido a María Dolores Amorós de manera fulminante, sin derecho a indemnización alguna, un mes y medio después de que los nuevos administradores de la CAM ya hubiesen retirado a la directora general de sus competencias en el cargo, aunque se le mantenía el sueldo.
Según publica Expansión, la causa del despido disciplinario sería la búsqueda del beneficio propio, el falseo de las cuentas y una gestión deficiente de la CAM. La entidad, bajo el mando de Amorós, había presentado un beneficio hasta marzo de 40 millones de euros. Sin embargo, estos beneficios, tras la intervención del Banco de España el pasado 22 de julio, se convirtieron en unas pérdidas hasta junio de 1.136 millones de euros, con una morosidad del 19%, que casi triplica a la media del sector.
María Dolores Amorós accedió a la dirección general de la CAM en noviembre de 2010 en sustitución de Roberto López Abad, que en ese momento pasaba a encargarse de la dirección de Banco Base, el proyecto finalmente frustrado de fusión de la CAM con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Amorós es diplomada en empresariales por la Universidad de Alicante y licenciada en Economía por la UNED, y trabajaba en la caja desde 1998.
El pasado agosto, los nuevos administradores de la caja la apartaron del cargo, aunque mantuvieron su sueldo. Su despido se produce apenas unos días después de que un colectivo de fiscales anunciara una demanda por prevaricación si la alta ejecutiva seguía en el ejercicio de sus funciones.
