José María Castellano recibe un balón de oxígeno del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en su carrera contrarreloj para evitar que Novagalicia siga los pasos de CatalunyaCaixa y Banco de Valencia, y sea subastada.
El último informe del FROB para los analistas internacionales, de este mismo mes de abril, excluye al banco de las cajas gallegas de la lista de entidades financieras inviables y, por lo tanto, sujetas a un proceso de venta a terceros.
Según publica La Voz de Galicia, cuando se refiere a la entidad gallega (a la que aún denomina Novacaixagalicia), el documento recoge que ha recibido dos inyecciones de dinero público, primero para su fusión (1.162 millones en un crédito) y luego para su recapitalización (2.465 millones en forma de capital directo).
El documento destaca asimismo que parte de estos fondos, un 3%, han sido ya recomprados por inversores particulares. En el momento de la nacionalización, el 30 de septiembre del año pasado, el Banco de España otorgó de plazo hasta el 30 de septiembre para que Novagalicia recomprase, o convenciese a inversores privados a hacerlo, la participación en la entidad.
En el documento del FROB se detalla el proceso de subasta de Cajasur, de la CAM, la adjudicación de Unnim al BBVA, y las subastas de Banco de Valencia y CatalunyaCaixa.
Recientemente, Castellano anunció un concurso público “sin precedentes” para el que cuenta con cinco inversores “de máxima credibilidad” que aportarían unos 1.000 millones de euros con los que podrían hacerse con un 40% de la entidad.
Durante su comparecencia para presentar los resultados de 2011, Castellano afirmó que “la batalla” para dar entrada a inversores privados en el capital de la entidad mediante un concurso público “no está ganada, pero sí muy avanzada”, dado que tanto el Banco de España como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) “han entendido” el planteamiento.
Actualmente, el Estado controla un 90% de la entidad gallega, pero ese porcentaje se reduciría a la mitad en caso de que Castellano lograse esos 1.000 millones de euros de capital privado. No obstante, el porcentaje en manos del FROB no podría bajar del 51%, ya que en ese caso, se vería obligado por ley a vender la totalidad de su participación.
