Economía

Ordóñez acicala al Banco de Valencia antes de la subasta de la entidad

Ha habido que esperar a que se inicie la subasta del Banco de Valencia para que la entidad, intervenida por el Banco de España desde noviembre del año pasado, comience un proceso de venta de participaciones para obtener liquidez.

Tras el inmovilismo de los últimos meses en ese sentido, ayer mismo se materializó el traspaso de la empresa de seguridad Chillida. El banco regional mantenía el 40,2% de la compañía a través de Inversiones Valencia Capital Riesgo. El resto de capital, así como la gestión, estaba en manos de la familia Ávila.

Chillida, que cuenta con unos 200 trabajadores, la mayoría de ellos localizados en Madrid y Valencia, facturó el año pasado 30 millones de euros. “Esta adquisición es fruto de la nueva estrategia de Securitas, donde la tecnología va a jugar un papel fundamenta”, según ha afirmado el consejero delegado de la firma de seguridad, Luis Posadas, que ha añadido que “estamos creando un gran núcleo tecnológico que va a aportar mucho valor a nuestras operaciones en España y Portugal”.

No obstante, las principales joyas de la corona de Banco de Valencia son Aguas de Valencia y la eólica Med Wind, y aún es una incógnita si también buscará comprador para ellas.

El gran favorito para hacerse con Banco de Valencia en su proceso de subasta es BMN, el grupo que lidera Caja Murcia, aunque algunos rumores también apuntan a Bankinter, e incluso a Banco Santander, como entidades que se han interesado por él.

Banco de Valencia fue intervenido en noviembre del año pasado al detectársele un agujero patrimonial que fue cubierto con una inyección del FROB de 1.000 millones de euros.

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