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Los trabajadores de Clesa dudan que el cobro de sus nóminas llegue tras el embargo a los Ruiz-Mateos

Los antiguos empleados de Clesa Madrid, perteneciente a Nueva Rumasa, no creen que vayan a cobrar sus nóminas gracias al embargo de 681 millones de euros dictado contra la familia Ruiz-Mateos para cubrir el déficit patrimonial de la firma. Esta medida “no va a servir para que nos paguen”.

Así de contundente se ha mostrado Luis Muñoz, miembro de la comisión de seguimiento del ERE extintivo de Clesa en representación de CCOO, en declaraciones a EL BOLETÍN. Según ha indicado, los trabajadores “no confían en el embargo” porque con esta familia de “sinvergüenzas que se ha llevado el dinero a Suiza” no habrá “huellas para que la justicia pueda recuperar el dinero”.

Y esto es precisamente lo que impedirá a la administración concursal de la láctea satisfacer el pago de las nóminas, finiquitos e indemnizaciones que se adeuda a los antiguos empleados de Clesa, unas cantidades que superan los 12 millones de euros, tal y como ha asegurado Muñoz.

El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha ordenado el embargo a José María Ruiz-Mateos y a tres de sus hijos varones por valor de 681,02 millones de euros para cubrir el déficit patrimonial de Clesa, al considerarles culpables de la situación de insolvencia de la empresa láctea.

Una decisión que ha devuelto la desconfianza a la antigua plantilla de esta firma, que está a punto de ver cómo se cumple un año desde que la administración concursal decretase el ERE de extinción que les dejó en la calle y todavía no han cobrado las cantidades comprometidas al firmar dicho acuerdo.

Por ello, según Muñoz, en lo único que confían ahora es en que los administradores de Cacaolat, que fue vendida a la alianza integrada por Damm-Cobega y Victory, envíen de una vez a Madrid el dinero suficiente para que los trabajadores de Clesa, que posee el 95% de las acciones de la firma de batidos, puedan cobrar sus nóminas.

El sindicalista ha pedido que el envío de dinero “se lleve a cabo lo antes posible”, ya que desde Barcelona les habían asegurado que cobrarían a finales de marzo y todavía no han visto ni un solo euro. Además, Muñoz ha advertido que “si en quince días no hay una respuesta por parte de la administración de Cacaolat” en este sentido, los trabajadores de Clesa volverán a manifestarse para exigir que les liquiden las cantidades adeudadas.

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