Economía

El préstamo de acciones se ceba con la banca mediana

Desde que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió levantar la suspensión sobre las ventas a corto el pasado mes de febrero, los especuladores se han cebado con el sector financiero, especialmente con la banca mediana, en la que el préstamo de acciones se ha disparado a la par que los valores sufren duros castigos en Bolsa.

En estas entidades, el préstamo de acciones supone un mayor riesgo: en primer lugar, por las características de su accionariado, donde existen muchos fondos internacionales con capacidad y disposición para ceder los títulos. Además, su capitalización, más pequeña que la de los grandes valores del sector, propicia que con un menor volumen de negocio se pueda conseguir una caída de las cotizaciones.

Un ejemplo es Bankinter, en la que el número de acciones en préstamo desde el 14 de febrero, la víspera del levantamiento de la suspensión, se ha incrementado en un 43%, según los datos de la Bolsa de Madrid. El banco que preside Pedro Guerrero pierde desde esa fecha en Bolsa un 46%, mientras que en el conjunto del año el castigo es del 42%, a pesar de que es una de las pocas entidades que ha logrado sortear la crisis e incrementar sus beneficios.

Banco Popular tampoco sale mucho mejor parado, con un incremento en el préstamo de acciones de un 41% y un castigo bursátil del 54% en lo que va de año, el mismo que si sólo se contabiliza desde el 14 de febrero. Menos afectados por el ataque de los bajistas han sido Sabadell y Banesto. En el caso del banco catalán, las acciones en préstamo han aumentado un 7,45%, mientras que en Banesto han caído un 6,6%.

Si se analiza el comportamiento en Bolsa de estos dos valores, se observa que el Sabadell apenas se ha visto afectado por el levantamiento de la suspensión, ya que desde entonces acumula una caída del 51%, mientras que en lo que va de año pierde un 54%. Banesto apenas ha perdido un 33,2% y un 30,2%, respectivamente.

Los incrementos más espectaculares en el préstamo de acciones desde el levantamiento de la suspensión sobre las posiciones cortas se han registrado en los dos principales grupos de cajas que cotizan en el mercado, CaixaBank y Bankia, si bien este fenómeno se explica por el hecho de que ambas apenas llevaban unas semanas de cotización cuando se prohibieron estas prácticas.

No obstante, los especuladores no han perdido el tiempo. Desde mediados de febrero, y siempre según los datos de la Bolsa , en CaixaBank el préstamo de acciones se ha incrementado un espectacular 488%, mientras que en Bankia ha sido de un 90%. Ninguno de los dos valores ha logrado levantar cabeza: El banco que preside Isidro Fainé se deja un 47% desde el levantamiento y un 44% en lo que va de ejercicio, mientras que para el banco ahora bajo los mandos de José Ignacio Goirigolzarri el castigo es del 66,3% y el 67,5%, respectivamente.

Los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, son los que mejor han aguantado el chaparrón en Bolsa debido a su menor dependencia del mercado doméstico español, con caídas de un 32% y un 34% respectivamente desde mediados de febrero y del 26,4% y el 30,2% si se contabilizan los casi cinco meses del año transcurridos. Mientras, las acciones en préstamo se han reducido un 2% en el caso de BBVA y un 1,2% en el de Santander.

En verano del año pasado, Francia, Bélgica, Italia y España concertaron la prohibición de las ventas a corto en valores del sector financiero ante la volatilidad provocada por los rumores de quiebra de Grecia, que “desestabilizaban a los mercados”. Sin embargo, a mediados de febrero Francia y Bélgica decidían levantar este veto de manera unilateral, y España e Italia les seguían solo un día después.

Las ventas a corto son un mecanismo usado por los operadores de Bolsa para apostar a la caída de los títulos de una compañía vendiendo acciones prestadas para después comprarlas a un precio más bajo.

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