Los incendios están haciendo estragos en España. Desde el 1 de enero hasta el pasado 12 de agosto el fuego ha arrasado casi 140.000 hectáreas de superficie forestal, el triple que el año pasado. Un escenario que choca con los recortes de las autonomías para prevención, así como los cambios normativos que han planteado regiones como Galicia o Valencia.
Las altas temperaturas de este verano, unidas a la ausencia de prevención de los incendios en invierno, han desatado todas las alarmas. No hay día en el que no haya una localidad española en llamas. Según admite el propio Ministerio de Medio Ambiente, hasta el pasado 12 de agosto ya se han producido 11.109 siniestros, entre incendios y conatos.
Una catástrofe con la que los gobiernos autonómicos parecían no contar, ya que, según denuncia Ecologistas en Acción, frente al incremento que han dedicado a las partidas destinadas a la lucha contra los incendios, la inversión a la prevención se ha recortado sustancialmente. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana el recorte en los presupuestos del 2012 destinada a la prevención fue de 15 millones de euros, de 110 millones de euros en 2011 a 95 millones en 2012, un 13,6%, según denunció Compromís.
Estos recortes han coincidido con la decisión de algunos líderes autonómicos de impulsar modificaciones a la actual normativa contra los incendios.
Así, el pasado viernes entró en vigor con su publicación en el Diario Oficial de Galicia la nueva Ley de Montes decretada por la Xunta de Galicia de Alberto Núñez Feijóo. En esta se reduce a la mitad la distancia entre las casas y la vegetación, de 100 a 50 metros.
En la Comunidad Valenciana también se ha tratado de algún paso para modificar la normativa al respecto y se ha abierto la puerta a eliminar la obligación de esperar 30 años para construir en suelo quemado. Eso sí, siempre y cuando la Generalitat que preside Alberto Fabra lo declare de “interés general”.
