Un día después de que el Parlamento griego haya aprobado por votación una nueva andanada de recortes sociales, el país mediterráneo amanecía con dos noticias. La primera se centraba en la tasa de paro registrada durante el pasado mes de agosto: un 25,4%, nuevo récord mensual. La segunda tenía que ver con los sueldos de los diputados: alrededor de 8.000 euros mensuales, entre la cantidad fija oficial y los diferentes complementos.
Según han informado diversos portales de información griegos, ha sido la diputada del partido conservador Nueva Democracia, Fotini Pipili, la que ha desvelado el sueldo aproximado de la mayoría de los integrantes del Parlamento tras desglosar su última declaración: 5.700 euros –el sueldo básico- a los que hay que sumar 935 euros por ser parte de la administración de la Cámara, 1.136 euros por el servicio postal y 363 euros de gasolina. La cantidad total, que supera los 8.200 euros al mes, se ha quedado tras pasar por la caja de Hacienda en los 6.400 euros.
Un diputado español medio cobra en torno a los 5.000 euros al mes por esta misma labor. Los políticos tienen una asignación idéntica de 2.814 euros, a los que se suman distintos complementos. El más llamativo, en concepto de indemnización libre de impuestos, es el de 1.824 euros para los diputados elegidos fuera de Madrid y 870,5 para los elegidos en esta circunscripción. Hace unos años, las cifras eran bastante superiores.
Una de las medidas de austeridad que ha aprobado el Parlamento griego esta semana prevé, precisamente, una reducción del salario de estos altos cargos. El sueldo básico se reduciría desde los 5.700 euros hasta los 5.300 euros. Los expertos del Gobierno han calculado que en total el Estado se ahorrará en este campo 1,9 millones de euros. No obstante, a ojos de la ciudadanía su paga seguirá siendo sustancialmente elevada en comparación a la depresión que vive el pueblo griego.
Este jueves se ha conocido que el número de desempleados griegos ha vuelto a alcanzar un nuevo récord. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, el pasado mes de agosto la tasa se situó en el 25,4%. Lo más preocupante no es tanto la cifra –que antes o después iba a darse- como la época en la que se ha registrado. Agosto forma parte de la temporada estival durante la cual el principal motor del país, el Turismo, trabaja sin parar para generar cuantos más ingresos mejor.
La comparación más inmediata, según las cuentas oficiales, es el dato que ofrece agosto de 2011. Los datos de ese mes apuntan a que un 18,4% de los griegos sufrieron desempleo. No obstante, el ascenso ha sido más o menos gradual desde el año 2007. Por aquel entonces, dos años antes de que estallase la crisis de la deuda en Europa -aunque la economía mundial comenzaba a asustarse debido al problema de las hipotecas ‘subprime’ en EEUU-, los parados griegos en temporada estival eran un 8,2%.
Un año después, en 2008, esta cifra se redujo hasta el 7,5% para después, en agosto de 2009, ascender hasta el 9,6%. A finales de ese mismo año el ex primer ministro socialista Yorgos Papandreou, recién aterrizado en el poder, confesaba que Grecia había maquillado sus cuentas públicas ante Bruselas. Es decir, que el país estaba quebrado.
Así, en agosto de 2010, dos meses después de recibir el primer rescate financiero internacional, el desempleo ascendió hasta el 12,8%. Desde entonces, como muestran las estadísticas, no ha dejado de subir. A pesar de (o gracias a) todas las medidas de austeridad impuestas desde entonces para lograr equilibrar las cuentas públicas.
