La SGAE de Antón Reixa también se propone luchar en defensa de la propiedad intelectual y contra la piratería, pero quiere hacerlo con un estilo muy distinto a la agresividad y omnipresencia que marcó la época de Teddy Bautista.
La institución, por ejemplo, quiere tener un perfil más discreto en sus actuaciones para alejarse de la sobreexposición de otros tiempos. Una estrategia que ya ha dado frutos al reducir sustancialmente su presencia en Internet y el número de comentarios negativos que habían acumulado en los tiempos más gloriosos del pasado.
En una nueva demostración de esta estrategia, no habrá ningún representante de la SGAE en la presentación del Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales que la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos realizará el próximo miércoles en la que sí intervendrán portavoces de otras instituciones relacionadas con el sector cultural que arroparan a Carlota Navarrete, la nueva directora de la Coalición.
En el acto intervendrán, por ejemplo, Alberto Gónzalez de la Asociación Española de Distribuidores de Software (ADESE), Antonio Guisaslola de Promusicae, Estela Artacho de Fedicine, José Manuel Tourné de la Unión Videográfica Española (UVE) o Pedro Andrés, de Cedro, que defenderá en solitario la postura de las sociedades de gestión de los derechos de autor.
Pero la SGAE de Reixa, según algunas fuentes consultadas, quiere desligar su imagen de la de la industria o, al menos, no dar la impresión de que los autores y creadores y el tejido empresarial son exactamente la misma cosa.
En el acto del que hablábamos anteriormente, la Coalición presentará un estudio realizado por la consultora independiente GFK que muestra entre otros aspectos, según aseguran sus promotores, el gran efecto negativo que tiene la piratería de contenidos en las industrias españolas de la música, el cine, los libros y los videojuegos, así como su impacto en el empleo,en la recaudación fiscal y en el mercado potencial dispuesto a pagar por estos contenidos.
