Economía

CatalunyaCaixa y Caja España-Duero, los cabos sueltos del nuevo mapa bancario español

El nuevo mapa bancario español comienza tomar forma bajo la supervisión del Banco de España que dirige Luis María Linde y tras las reformas impulsadas por el ministro de Economía, Luis De Guindos. No obstante, aunque encaminado, el proceso se ha dejado algunos cabos sueltos, sobre todo en lo que se refiere a CatalunyaCaixa y Caja España-Duero.

En el caso de CatalunyaCaixa, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) decidió esta semana suspender su subasta, después de que el interés despertado estuviese muy por debajo de lo esperado. El órgano dependiente del Banco de España había esperado ofertas de al menos 1.000 millones de euros, pero sólo Santander y Popular realizaron pujas positivas, y muy alejadas de esta cifra. Ahora, es una incógnita saber qué ocurrirá con la entidad, y ya han surgido los primeros rumores de que Guindos podría estar planteándose fusionarla con Bankia.

La otra alternativa es que siga en solitario, al igual que las otras dos entidades nacionalizadas al 100%. Bruselas no obliga a España a encontrar un comprador hasta dentro de tres años, por lo que hay tiempo de sobra para realizar la desinversión. Eso sí, no se descarta que se busque un nuevo gestor al estilo de Goirigolzarri que tome los mandos. Sí es ineludible es que se acometa el proceso de reestructuración, aplazado por el proceso de subasta, pero que se acometerá ahora. El mercado estima que unos 2.000 trabajadores pierdan sus puestos, casi un 30% de la plantilla actual. CatalunyaCaixa recibió 9.080 millones de euros.

Caja España-Duero es la otra gran incógnita de la ecuación. Aunque en un principio todo parecía indicar que el culebrón terminaría con una integración dentro de Unicaja, de nuevo las dudas vuelven a rodear el proceso, después de que Elconfidencial.com haya publicado que Bruselas no permitirá la operación a no ser que Unicaja asuma más riesgos y realice una fusión completa, y no a través de una filial como había sido la intención de la malagueña. La última palabra la tendrá Unicaja. De no dar su brazo a torcer, Caja España-Duero será nacionalizada al 100% al igual que Bankia y Novagalicia, con la inyección de 604 millones de euros.

En el resto del sector el panorama parece más despejado. Bankia y Novagalicia ya han acordado con los sindicatos sus respectivos ERE y han puesto en marcha sus procesos de reestructuración, hasta el punto de que el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha llegado a asegurar que en dos años el Estado podría comenzar a rentabilizar las ayudas concedidas a la entidad.

También ha aprobado su ERE el Banco de Valencia, que será absorbido por completo por CaixaBank este mismo año, según anunció recientemente la entidad que preside Isidro Fainé. Un destino similar aguarda a Caja 3, que será absorbida por Ibercaja una vez que se haya saneado con la inyección de 407 millones y se haya reestructurado. No obstante, la negociación con los sindicatos se promete ardua, ante la intención de la dirección de recortar 592 empleos y cerrar 187 oficinas.

BMN, por su parte, recibirá 730 millones de euros del FROB en las próximas semanas, lo que dará al Estado una participación en el banco de más de un 60%. A cambio de esta ayuda, BMN deberá reducir su balance, vender negocios y reestructurar la plantilla. La intención de la entidad es recortar 863 empleos.

El futuro de BMN pasa además por una salida a Bolsa a medio plazo, mismo camino que deberá llevar a cabo Liberbank, único grupo que por el momento parece que no recortará la plantilla, aunque sí tiene intención de reducir sueldos. El banco que lidera Cajastur saldrá al mercado, si se cumplen los plazos, antes del tercer trimestre del año.

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