El caso Blesa

El caso Blesa abre nuevas grietas entre los sindicatos de la antigua Caja Madrid

Sucursal de Caja Madrid

El ingreso en prisión de Miguel Blesa, que tardó apenas 24 horas en pagar la fianza de 2,5 millones de euros, ha provocado que se abran nuevas grietas entre los sindicatos de la antigua Caja Madrid, que en muchos casos contaban con representantes en el consejo de administración de la entidad.

Los primeros síntomas de la tensión no tardaron en producirse, cuando el secretario general de la federación de banca de CCOO, (Comfia-CCOO) José María Martínez, expresó el viernes, en unas declaraciones a Europa Press, su “sorpresa” por la “drástica” decisión del juez de ordenar el ingreso en prisión de Blesa. A su juicio, no se entiende el encarcelamiento si el magistrado no ha visto más indicios de delito u otras cuestiones que se hubieran ocultado al consejo de administración de la entidad, al margen de un posible sobreprecio pagado para adquirir un banco en EEUU.

Sin embargo, sólo un día después, la Dirección Confederal de CCOO hacía público un comunicado en el que urgía a las autoridades judiciales que investigasen “con la mayor rapidez los hechos sucedidos en Caja Madrid en el año 2008”, y más concretamente la intervención del entonces presidente Miguel Blesa en la compra del City National Bank de Florida.

El sindicato cree que los hechos “exigen la mayor diligencia y celeridad posibles en la investigación de los hechos para que se pueda proceder a la depuración de las posibles responsabilidades penales” del ex presidente de Caja Madrid.

Mientras, el secretario general de UGT de Madrid, José Ricardo Martínez, ha tomado cierta distancia al aclarar que no estaba en el consejo de administración de Caja Madrid cuando compró el City National Bank of Florida, en 2008. Martínez llegó al consejo en 2010, pero el sindicato estaba representado desde 2004 por Gonzalo Martín.

En cualquier caso, Martínez, que dijo respetar “absolutamente” la decisión del juez, sí recordó que las estructuras de las entidades son “muy complejas”. En concreto, según recoge Europa Press, Caja Madrid contaba con una Comisión de Control, Comisión de Propuestas, Comisión Ejecutiva, Comité de Dirección, Consejo de Administración y Asamblea General, y “la decisiones llegan al Consejo de Administración y vuelven a la Asamblea General, que es la que ratifica la toma de decisiones cuando aprueba la gestión”.

Entre los sindicatos independientes, la sección sindical de CSICA en Bankia opta por la “cautela”, aunque “aplaude que la Justicia indague en aquellas prácticas que llevaron a la quiebra a entidades solventes”, según señala el sindicato en su blog.

“Confiamos en que no queden impunes gestiones imprudentes, carentes del más elemental sentido de la responsabilidad por parte de quienes las impulsaron, con el apoyo de políticos que, o bien ayudaban, o bien eran ellos mismos quienes se ponían al frente de las entidades sin tener noción financiera alguna, como es el caso de Miguel Blesa”, destaca el sindicato, que hace además un llamamiento para que la Justicia investigue también “las actuaciones de antiguos presidentes de otras cajas de ahorros y no se quede sólo en Caja Madrid. Confiamos en que indague en lo sucedido en entidades como Bancaja, Caixa Catalunya, CCM o Bankia”.

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