Mario Conde abandona la Presidencia de Sociedad, Civil y Democraria (SCD), formación que él mismo levantó hace unos años y con la que se presentó a las elecciones a la Xunta de Galicia. Así lo anuncia el propio exbanquero en un artículo con el que se despide de este cargo por motivos “estrictamente personales”. A pesar de este adiós, seguirá como “militante de base” y aumentará su presencia en la Fundación Civil.
“En la última Asamblea de SCD, en la que aprobamos la reforma de los Estatutos del partido, anuncié mi deseo, motivado por una reflexión personal de comenzar a alejarme de la Presidencia ejecutiva de nuestra organización”. Así empieza Conde un artículo titulado ‘Despedida Presidente SCD’ que se publica en la web de Fundación Civil.
Con este texto, el exbanquero anuncia su decisión de renunciar al poder tras una larga reflexión que “lleva meses germinando en mi interior y de la que he hecho partícipe a Daniel Movilla, con quien, mano a mano y codo a codo, he recorrido el camino que nos ha llevado hasta aquí”. Y se va con “un proyecto en marcha, con gente joven, ilusionada, con ideas claras, con vocación de servicio y profundamente interesada en contribuir a solucionar los gravísimos problemas que afectan a España. Es decir, tenemos lo más importante”.
Este paso que anuncia hoy se basa principalmente en “asuntos personales”. “Mi presencia en la vida política tiene, como bien sabéis, derivadas muy propias de nuestro Sistema de poder”, destaca Conde que remarca que “no puedo dejar de ocuparme de esos asuntos personales que reclaman cada día más espacio de tiempo, incluso mayor presencia física en otros países, a la vista de lo que sucede en el nuestro”.
Una dedicación a estos “asuntos” que chocan con el “trabajo intenso, diario” que necesita este partido y que él no puede prestar. “Y es que la vida impone sus leyes”, asegura.
A pesar de esto no dirá del todo adiós a Sociedad, Civil y Democracia, formación que él mismo creó, ya que le “gusta la idea de ser militante de base de SCD. Me parece una prueba de máxima sinceridad en la defensa de nuestras ideas”. Asimismo, seguirá trabajando en la Fundación Civil, donde aumentará su presencia para que continúe “siendo semillero de iniciativas, ideas, propuestas y análisis de los asuntos que a todos los que deseamos una sociedad civil capaz de ser rectora de su destino nos deben ocupar”.
Tras esto, Conde ha agradecido “de todo corazón a todos los que habéis venido trabajando por este edificio, exhortaros a seguir en la misma línea y mantener viva la ilusión de que seguro que algún día conseguiremos una sociedad civil capaz de ser la dueña de su propio destino”.
Con este adiós, Mario Conde pone fin a una aventura política que no sólo le llevó a poner los cimientos de un nuevo partido, sino que se presentó como candidato a la Xunta de Galicia. Eso sí, no con muy buen resultado, ya que no logró sacar ni un escaño.
