Microsoft ha indicado que el hecho de que los juegos de Xbox One queden vinculados a una IP concreta y haya que pagar para poder utilizarlos en otra consola ha sido una decisión “destinada a favorecer las ventas de segunda mano”.
La página británica especializada MCV, citando fuentes no identificadas, señala que las cadenas que venden juegos de segunda mano ya ha sido informadas de cómo podrán vender los títulos usados de esta consola, siempre y cuando tengan el consentimiento expreso de Microsoft.
El medio sostiene que el juego en concreto (con su identificación) se registrará en la base de datos de segunda mano de Microsoft, y en ese momento, será borrado de la cuenta de Xbox Live de su anterior dueño.
Después de esto, la tienda podrá venderlos a al precio que considere oportuno aunque, según el artículo, Microsoft y el publicador del juego se llevarán un porcentaje de ese precio. En este contexto es posible entender el comentario de que busca “favorecer las ventas de segunda mano” de un modo que les resulte realmente interesante a los creadores y editores del título.
Sin embargo, y teniendo en cuenta que el artículo recoge además, de acuerdo con esas fuente no identificadas, que Microsoft cobrará una tarifa de activación de 35 libras en Reino Unido para los juegos de segunda mano.
De cumplirse, esto supondría una contradicción con las declaraciones de los de Redmond a principios de esta semana, cuando a través de la cuenta de Atención al usuario de Xbox en Twitter aseguraron que “No habrá tarifa… La información se ha interpretado mal”.
