El partido alemán Die Linke (La Izquierda) se ha posicionado públicamente en contra de la iniciativa planteada por el ministro de Economía de ese país, Philipp Rösler, que ha invitado formalmente a los jóvenes del sur de Europa a trabajar en Alemania.
Die Linke, una formación surgida en 2007 tras la fusión de varios partidos de izquierda, ha argumentado, con las cifras de paro alemán en la mano, que antes de dar la bienvenida al talento extranjero Angela Merkel tendría que preocuparse de ocupar al millón de jóvenes alemanes –según las estadísticas oficiales, de entre los 15 y los 35 años- que se encuentran actualmente sin trabajo, según ha informado el diario local Focus.
Desde Die Linke se considera que las palabras de Rösler suponen «una bofetada» para todos esos «cientos de miles de alemanes que nunca han tenido una oportunidad». Las estadísticas indican que alrededor de la mitad de ese millón de desempleados no han completado la formación profesional. Alemania lleva varios años dando la bienvenida a jóvenes parados europeos siempre y cuando estos lleguen al país con títulos que indiquen un alto grado de preparación, como es el caso de los ingenieros.
«Veníos a Alemania, haced aquí la capacitación laboral», afirmó este lunes Rösler en una entrevista concedida a la publicación dominical Welt am Sonntag, dirigiéndose a los jóvenes europeos y en respuesta a una pregunta sobre la llamada Cumbre por el Empleo convocada por la canciller Merkel para el próximo miércoles, y que contará con la asistencia de los ministros de Trabajo de la UE.
Die Linke se considera un partido socialista, marxista y anticapitalista. En el Bundestag cuenta con 76 parlamentarios, frente a los 68 de Los Verdes y los 146 del SPD, partidos que conforman, junto a Die Linke, la oposición al gobierno democristiano liderado por Merkel. El Parlamento alemán tiene un total de 622 asientos.
