José Manuel Soria ha confirmado que los servicios jurídicos del Gobierno están estudiando ya presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo tras la decisión de la Unión Europea sobre el sector naval. España tendrá que devolver las ayudas a los astilleros recibidas entre 2007 y 2011, aunque el ministro de Industria cree que esto no hará disminuir la inversión porque “desde enero tenemos un nuevo sistema de ayudas, de desgravación fiscal, para que haya seguridad jurídica para invertir”.
En una entrevista en RNE, Soria ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los más de 80.000 trabajadores del sector naval que podrían perder su empleo tras la decisión de la Unión Europea. El ministro ha dicho que “el Gobierno ha encargado a los servicios jurídicos que estudien el planteamiento de un recurso, porque pensamos que se ha actuado en base a derecho. Siempre se había dado la bendición a este sistema”.
El titular de Industria, que ha recordado que habrá que devolver una parte de las ayudas recibidas para construir barcos, desde 2007 a 2011, ha indicado que esta cuantía es “menos de lo que teníamos que devolver hace una semana, pero más de lo que pensábamos, que era nada”.
“La devolución tienen que hacerla los inversores que hayan puesto el dinero”, ha dicho Soria, que cree que los temores del sector a una caída de la inversión no se cumplirán porque “desde enero ya tenemos nuevo sistema de ayudas, de desgravación fiscal, para que haya seguridad jurídica al invertir”.
Asimismo, ha descartado que la decisión de la UE sea un fracaso diplomático para España. “Hace una semana que nos reunimos con la UE, y lo que había sobre la mesa era devolver de 2005 a 2011”, y al final esa primera idea se ha reducido, algo en lo que ha influido el presidente del Gobierno. “Ha sido imprescindible la conversación del lunes de Rajoy con Durao Barroso”, ha señalado.
“El Gobierno va a seguir trabajando para hacer valer lo que es importante en derecho, que es ir hasta las últimas consecuencias para proteger a quienes han invertido para construir los barcos. Europa tiene que empezar a pensar que hay que defender el discurso y que hay adoptar medidas o no adoptar medidas que vayan en contra de medidas de reindustrialización”, para que las empresas no se vayan a los astilleros asiáticos, ha concluido.
