Los ERE de la banca

Las plantillas de CatalunyaCaixa y Liberbank amenazan con un septiembre ‘caliente’

Sucursal de Catalunya Caixa

El mes de agosto suele estar caracterizado por una menor actividad laboral y una mayor tranquilidad en prácticamente todos los sectores, incluido el bancario. Sin embargo, las reestructuraciones obligadas por Bruselas han desatado los nervios en las plantillas de algunas entidades, como CatalunyaCaixa y Liberbank, y todo augura un septiembre tenso.

El pasado 20 de agosto la dirección de CatalunyaCaixa inició las negociaciones con los sindicatos de cara al expediente de regulación de empleo (ERE) obligado por Bruselas después de que la entidad haya recibido más de 12.000 millones de euros de ayudas públicas.

La propuesta inicial de la empresa, 2.453 despidos con indemnizaciones de 20 días por año y 12 mensualidades, promete unas negociaciones más que tensas con los sindicatos, hasta el punto de que ya se han producido conatos por parte de algún representante de levantarse de la mesa.

La próxima reunión se celebrará el lunes 26 de agosto, después de que en las dos primeras la dirección se haya mostrado inflexible en sus intenciones. Por el momento, la única concesión, elevar de 12 a 18 las mensualidades de las indemnizaciones, pero a cambio de recortar un 15% los sueldos del resto de la plantilla. Además, la empresa es reacia a las prejubilaciones, por lo que los despidos no afectarán a los mayores de 55 años.

Los sindicatos ya han calificado la propuesta de “indignante” y han amenazado con un calendario de movilizaciones en septiembre si la dirección no afloja su postura.

Tan poco bajan tranquilas las aguas en Liberbank, a pesar de que la entidad logró alcanzar un acuerdo con UGT y CCOO para aplicar un ERTE que evitaba los despidos, pero a cambio de reducciones de jornada y salarios significativas.

El acuerdo ha sentado mal a buena parte de los trabajadores, y los sindicatos independientes ya han iniciado una serie de protestas con no pocos momentos de tensión, incluidos algunos enfrentamientos verbales. El malestar de la plantilla se ejemplifica también en el hecho de que la sección sindical de UGT en Cantabria de Liberbank se ha pasado a CSICA en protesta por el acuerdo alcanzado.

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