El Tesoro de Reino Unido ha vendido una participación del 6% en Lloyds, del que tras esta operación controla aún un 32,7% del capital social, por 3.211,5 millones de libras esterlinas (unos 3.823 millones de euros).
En concreto, el Gobierno británico se ha desprendido de un total de algo más de 4.282 millones de acciones de la entidad a un precio unitario de 75 peniques, por encima de los 73,6 peniques que pagó en 2008 cuando fue rescatado Lloyds.
La operación, que genera unas plusvalías a las arcas británicas de 60 millones de libras, o unos 71,5 millones de euros, se ha desarrollado a través de un procedimiento de colocación acelerada (‘accelerated bookbuilding’), y ha contado con BofA Merrill Lynch, JP Morgan Cazenove y UBS Investment Bank como colocadores.
La colocación se ha realizado entre inversores institucionales, aunque en la próxima venta ya se espera que se incluyan elementos para animar a los inversores minoristas.
Asimismo, UKFI (vehículo financiero estatal) y el Tesoro británico han acordado con los bancos colocadores “no vender más acciones de la entidad durante los próximos 90 días al cierre de la colocación sin contar con el consentimiento previo por escrito de los colocadores”.
Reino Unido rescató a Lloyds con una inyección de 20.500 millones de libras, después de que Lloyds TSB se fusionase con el HBOS. El mayor rescate fue para el RBS, del que el Estado controla un 81% tras haberle inyectado 45.000 millones de libras. Todavía no hay ningún plan a corto plazo para reducir esta participación.
