La desconfianza empieza de los inversores empiezan a presionar con fuerza a la baja al precio de las acciones del Deustche Bank, cuyas posibilidades de terminar su saneamiento parece depender de las próximas decisiones de la FED sobre su programa de compra de deuda.
Los rumores y las calificaciones a la baja de los analistas llevaban algún tiempo instalados en el parqué. Pero la sesión de ayer puede ser el punto de partida de un verdadero infierno para los accionistas del mayor banco de Alemania.
De momento, y a la espera de lo que pase hoy, los datos son muy negativos. El precio de las acciones cayó un 2,55%, pero pudo caer más, en una sesión donde el volumen de negocio estuvo un 73% por encima de la media de los últimos tres meses.
El principal motivo de la oleada de ventas, según se explica en los portales especializados, fue el reconocimiento del banco de que sus ingresos procedentes del negocio de banca de inversión van a volver a caer.
Y eso pasa cuando se mantiene fuerte la expectativa de que la FED empiece a rebajar sus programas de compra de deuda, fundamentales para el banco alemán porque gracias a ellas se estaría deshaciendo de buena parte de su cartera dudosa de renta fija, según una información de Reuters que, además, cifra en 250.000 millones de euros (la cuarta parte del PIB español de un año) el volumen total del plan de saneamiento.
Estas noticias, además, se suman a algunos informes negativos aparecidos recientemente que cifran en 93.000 millones de euros, las necesidades de capital del banco alemán para cumplir con los requisitos de los próximos exámenes de solvencia de la UE.
