Los analistas políticos dan por finiquitada la carrera política de la Ana Botella. Por tercera vez consecutiva, Madrid presentaba una candidatura para organizar los Juegos Olímpicos y, por tercera vez, fue derrotada, un fiasco que ha dejado una víctima directa: Ana Botella, a quien los analistas políticos auguran un negro futuro electoral en Madrid dando, incluso, por finalizada su carrera política.
De la presentación de la candidatura pasarán a la historia dos cosas: “el relaxing cup of café con leche in plaza Mayor” la frase que pronunció la alcaldesa ante el Comité Olímpico Internacional -que ya tiene hasta coplas- y el hecho de que fuera la española la delegación más numerosa que viajó a Buenos Aires y, encima, a todo lujo.
Pero anécdotas aparte, el hecho de no organizar los Juegos en 2020 tiene una lectura política, ya que a raíz del desgaste de imagen que Ana Botella sufría desde la tragedia del Madrid Arena, la alcaldesa se había jugado su crédito a una sola carta: que la capital fuera sede olímpica.
Por ello, pero tras el fiasco sus detractores -especialmente la prensa más conservadora y partidaria a ultranza de Esperanza Aguirre- han vuelto a colocar a la mujer de José María Aznar en el centro de la diana, lo que pone en riesgo que vuelva a ser la candidata del PP al Ayuntamiento y, mediante una ofensiva, tratan de ‘colocar’ al frente de la alcaldía a la ‘lideresa’. Mientras tanto, Aguirre se deja querer.
Ahora, pisa el acelerador
Así las cosas, Botella no perdió ni un minuto para tratar de contrarrestar la debacle olímpica. Un día después de llegar de Buenos Aires, anunció por sorpresa que se iba a retomar la mejora y la rehabilitación del complejo de Azca, un proyecto que lleva cuatro años parados y se dejó ver con un grupo de empresarios de la zona, pero del que hoy no se vuelve a saber nada.
Y pocos días después la alcaldesa puso en marcha del Madrid Tax Free, una medida que anunció en febrero, y por la que se reembolsará distintos impuestos y tasas a las pymes que lo soliciten.
El broche, hasta la fecha, de esta estrategia de insuflar un nuevo aire a esta legislatura herida de muerte tras el varapalo de Madrid 2020 fue el intento de Botella de ‘vender’ una futura rebaja de impuestos y tasas para el año que viene.
La regidora anunció que la Tasa de Basuras bajará un 12% y que a mediados de 2014 se volverán a recuperar los beneficios fiscales que se producían en la transmisión mortis causa del Impuesto de Plusvalía en las viviendas habituales.
Para 2015 fechó una rebaja del 10% en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica y en 2016 un 5% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
Lo que se le ‘olvidó’ decir a la alcaldesa cuando informó del recorte de tasas en la recogida de basuras, es que no lo hacía por propia voluntad, sino por imperativo legal.
Tuvo ser su ‘número dos’, la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, la que explicó que la tasa se rebaja en el mismo porcentaje que se reduce la prestación de servicio, algo que obliga la ley porque la recaudación no puede superar el coste de la recogida de basuras.
