Especial XXII Aniversario

Tragedia en Santiago: 79 personas mueren al descarrilar un tren Alvia

El 24 de julio un tren Alvia que hacía el recorrido entre Madrid y El Ferrol descarrilaba a 190 km/h en las inmediaciones de Santiago provocando la muerte de 79 personas y cientos de heridos. El 24 de julio, poco antes de las 21 horas, un tren Alvia que hacía el recorrido entre Madrid y El Ferrol descarrilaba en uno de los más graves accidentes ferroviarios en España. A tres kilómetros de la estación de Santiago de Compostela, el tren se salió en la curva ‘A Grandeira’, en Angrois, provocando la muerte de 79 personas y cientos de heridos. Entre los motivos de la tragedia se encuentra el exceso de velocidad.

“Me despisté, tenía que pasar a 80 y pasé a 190”. Así se lo reconoció el maquinista del tren de Santiago, Francisco José Garzón, al centro de emergencias con el que habló vía telefónica, según algunos medios, inmediatamente después de producirse el accidente. Unas palabras que pusieron de manifiesto que entre las causas del siniestro había un exceso de velocidad, un posible error humano y un insuficiente sistema de seguridad que evitara sobrepasar los límites en la mencionada curva.

Precisamente, los sistemas de control de velocidad en la red ferroviaria de España provocaron un agrio debate entre PP y PSOE, recriminándose una falta de mayor seguridad. Desde las filas del partido de Mariano Rajoy se culpó a los socialistas, en concreto, a José Blanco, ministro de Fomento cuando se inauguró el tramo de esta línea. Y es que, diversos expertos pusieron de manifiesto la dificultad de la curva de Angrois.

Más allá del rifirrafe político, de las más de 200 personas que viajaban en el tren accidentado, 79 perdieron la vida y más de un centenar resultaron heridas. El número de muertos podría haber sido mayor de no haber sido por la rápida intervención de los vecinos de la mencionada localidad de Angrois que se volcaron con los viajeros. Codo a codo con los servicios de emergencias, socorrieron a los viajeros.

Tras los tres días de luto decretados por el presidente del Gobierno, que se desplazó al lugar del suceso para ver ‘in situ’ lo ocurrido, llegó el momento de la investigación. El maquinista, el interventor, así como una veintena de cargos y ex responsables de Adif han declarado, algunos como imputados, ante el juez encargado del caso, Luis Aláez. Entre estos, destacan los tres últimos presidentes del gestor ferroviario.

A la espera de que la investigación judicial termine, las víctimas del accidente de tren han reclamado mayores medidas de seguridad. Así se lo han transmitido en las reuniones que han mantenido con el Ministerio de Fomento en las que han defendido viajes “más seguros”, una mejor fijación de los asientos y el anclaje de las maletas para evitar que salgan disparadas, un sistema automático de frenado en casos de exceso de velocidad y una revisión de las señales, entre otras cosas.

Además del mencionado choque PP-PSOE, el accidente provocó una ‘pelea’ en las propias filas populares. Teresa Gómez-Limón, diputada del PP en la Asamblea de Madrid y herida en el tren de Santiago arremetió contra el portavoz adjunto del partido en el Congreso, Rafael Hernando, al que acusó de convertirse en representante de los intereses de Adif y Renfe.

“Lamento mucho, compañero Hernando, que hayas pasado de ser un representante de los ciudadanos a convertirte en un representante de los intereses de las compañías Adif y Renfe. Espero que, cuando llegue el momento, les pidas a ellos el voto”, le dijo la diputada a su compañero en una carta.

Y es que para Hernando, Fomento había “actuado de manera adecuada” y los presidentes de Adif y Renfe no eran los responsables “de que el tramo tuviera esas medidas de seguridad”, ya que cuando ocurrió apenas llevaban unos meses en el cargo. Unas declaraciones que Gómez-Limón criticó con dureza en diversos medios de comunicación.

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