El juego para ‘smartphones’ se ha convertido en un fenómeno debido a su dificultad, pese a que los gráficos y su mecanismo dejan mucho que desear. Un pájaro pixelado ha llegado para conquistar los ‘smartphones’ de medio mundo. El juego ‘Flappy Bird’, un sencillo entretenimiento adictivo y con unos gráficos de lo más ‘cutre’, se ha convertido en el último fenómeno de los teléfonos inteligentes. ¿Se ha acabado el tiempo de los ‘Angry Birds’?
La aplicación llegó hace pocos días a iOS y Android y su éxito es tal que, aunque se trata de una ‘app’ gratuita, consigue cada día una media de ingresos de 50.000 dólares gracias a los anuncios insertados en la herramienta.
Su mecánica es sencilla, pero con una alta dificultad que hace a los usuarios intentar superarse a sí mismos. Un pájaro debe pasar entre unas tuberías similares a las de otro juego muy popular, el Mario Bros, sin rozarlas. Para ello, los jugadores deben tocar la pantalla si quieren que el ave suba y dejar de golpearla si desean que baje.
Esta dificultad engancha a los usuarios, que desean superarse y conseguir una puntuación decente. También desata muchos ‘piques’ entre los jugadores más habilidosos. Muchos de ellos han contribuido al éxito de ‘Flappy Birds’, comentando en Twitter sus escasos avances.
Nadie se esperaba esta popularidad, ni siquiera su creador, el vietnamita Dong Nguyen, que se ha mostrado abrumado. Y es que se considera uno de los peores juegos de los últimos años, debido a su sencillez y a sus gráficos.
Por ello, la industria de los juegos para móviles se ha quedado desconcertada. ¿Los usuarios no buscan cada vez más calidad en el desarrollo de estos entretenimientos? Parece que no.
