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‘Resituación’, un disco de Nacho Vegas

Resituación

El nuevo disco del cantante asturiano ha dividido a la parroquia ‘indie’, que no acaba de aceptar el giro político que el artista ha imprimido a su obra. Luz de Agosto en Gijón by Nacho Vegas on Grooveshark

Hace ya unos cuantos discos que el artista asturiano Nacho Vegas abandonó sus habituales canciones introspectivas para dejar que el mundo exterior se filtrará paulatinamente en sus composiciones. Además, incluso en sus momentos de máxima concentración en su propio mundo, de vez en cuando, aparecía alguna que otra canción en la que Vegas abandonaba la primera persona para dibujar algún que otro retrato. Y esa costumbre parece haber llegado ahora a su máxima expresión en ‘Resituación’, su nuevo álbum.

Aquí la mayoría de las letras, empezando por la de ‘Actores Poco Memorables’, el primer single, se apuntan a esa tendencia descriptiva de ambientes y personajes que este compositor maneja con soltura y suele hacer perfectamente inteligible, gracias a unos textos directos y fáciles de comprender donde no abundan las metáforas ni las imágenes rebuscadas, como si su opción por las armonías simples, sin demasiados acordes, y las melodías ‘tarareables’ se extendiera a la parte literaria de unos temas que aspiran a ser entendidos, recordados y, ¿por qué no? a sonar en la guitarras callejeras de los aficionados más recientes que podrán aprendérselas sin necesidad de tener unos amplios conocimientos musicales.

Y, aunque no parece que Vegas tenga ahora por guitarra la ‘máquina de matar fascistas’ que enarbolaba Woody Guthrie, ni aspire a elaborar himnos de combate que puedan ser coreados en las manifestaciones, sí que hay una intención política, o un cierto aroma de protesta y desencanto en esta colección de once canciones que, sin embargo, no supone, en absoluto, un cambio radical en el trabajo del cantautor asturiano. Da la sensación, simplemente, que ha llegado hasta aquí como resultado de una evolución lógica, tras despertar del ensimismamiento inicial. Y lo ha hecho, a pesar de que algunos de sus viejos fans, de esa parroquia ‘indie’ que le elevó a los altares, no estén conformes con los últimos pasos de su antiguo ‘ídolo’ que parece a punto de convertirse en ‘otro cantautor más’.

El ruido de fondo, que también se ve aumentado por el inesperado giro social de otros artistas populares como Amaral o Vetusta Morla, ha generado un clima enrarecido que afecta a un Vegas muy criticado ahora por algún sector de su público tradicional, que le lanza acusaciones de oportunismo y parece exigir a los músicos de que se ‘dediquen a lo suyo’, sea este lo que sea, y se abstengan de hacer política.

Parece que a más de uno, el hecho de que la ‘modernidad’ tenga ahora otras características no le ha sentado nada bien. Los hay que llevan mal enfrentarse a la simple posibilidad de que el discurso del ego atormentado que dominó la escena durante una larga temporada esté a punto de pasar a la historia. Mal momento para que esas monerías de artistas que se encontraban cómodos trabajando para la industria de la moda pierdan el fervor popular y se queden sin los jugosos contratos a los que aspiraban.

Puede que a ese colectivo le duela la ‘traición’ de Nacho Vegas, porque el discurso culto e intelectualizado del perfecto artista maldito que caracterizaba al asturiano dotaba de cierta enjundia a las poses vacías de muchos de sus seguidores. A cambio, este ‘Resituación’ ha funcionado bien, y funciona, bien en las listas de ventas y parece haber conseguido ampliar al base de seguidores del asturiano que, nunca antes, había visto un trabajo suyo codearse con en las listas con los lanzamientos de su paisano Melendi, Pablo Alborán, David Bisbal y similares. Así que, a lo mejor, no echa demasiado de menos a esos desertores que le critican ahora.

Pero no nos engañemos, esta once canciones no son exactamente un manual completo de cómo hacer la revolución. Ni mucho menos. Cómo ‘cantautor político’ a Vegas le que queda un largo camino por recorrer para acercarse minímamente al admirable trabajo de un Billy Bragg o unos Rojo Cancionero. Lo que no necesariamente le quita méritos. Hay sí, alguna crónica social intensa, un aroma de desesperanza y mucho desencanto en este ‘Resituación’ que gana mucho después de unas cuantas escuchas. También una intención evidente de ofrecer una visión personal sobre estos tiempos difíciles que, verdaderamente, es de agradecer. Y poco más.

No hay demasiados cambios, o no muy perceptibles, en las vestiduras instrumentales de los temas, que están en la línea habitual del asturiano, que ha grabado este disco con sus colaboradores habituales de la Trama Asturiana, banda formada por el teclista Abrahn Boba, el guitarrista Joseba Irazoki, el batería Manu Molina y el bajista Luis Rodríguez. Además, la producción ha sido realizada por Paco Loco y Vegas ha contado con las colaboraciones puntuales de Maite Arroitajauregui (Mursego) , el Coro de Ladinamo y el Patio Maravillas, Javier Mas, Muni Camón y el Cuarteto Pergolesi de cuerda.

Se trata pues de un álbum honesto, con alguna canción soberbia -como mi favorita ‘Luz de Agosto en Gijón’-, un par guiños los melomános recalcitrantes -esa ‘Ciudad Vampira’ que evoca a Daniel Johnston y la ‘Rapaza de San Antolín’ que dedica a Lorena Alvárez– y muchos toques costumbristas que, como hemos dicho antes, va a ampliar la clientela del artista. Además, se escucha bien, hace pensar y, bueno, tal vez no sea una obra maestra, pero tampoco bajaría la calidad media de ninguna discoteca. Así que, ustedes mismos.

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