Canarias se ha vestido de negro en el día de su fiesta. Cientos de manifestantes han acudido a los actos oficiales de celebración para protestar contra las prospecciones de petróleo. El negro ha sido el color dominante en las celebraciones por el Día de Canarias. Las protestas contra las prospecciones petrolíferas aprobadas por el Gobierno en la víspera de la fiesta de la región insular han robado protagonismo a los actos oficiales, a los que en todas las islas han acudido decenas de manifestantes ataviados de este tono.
La concentración más numerosa es la que ha tenido lugar en Las Palmas de Gran Canaria, capital y ciudad más poblada del archipiélago, donde se han congregado cerca de 300 manifestantes, según medios locales. Como el resto de protestas celebradas en la región, el discurso ha tenido un tono reivindicativo y pacífico mientras que los atuendos típicos de las islas se mezclaban con camisetas y telas negras y se lucían pancartas en contra de las prospecciones o proclamas como #SaveCanarias.
Buena parte de estas protestas han estado convocadas a través de redes sociales y aplicaciones móviles por asociaciones vecinales y ecologistas. Noelia Sánchez, de Ecologistas en Acción ha denunciado en el espacio ‘Más vale tarde’ de La Sexta que la aprobación de las prospecciones “es un insulto a la sociedad canaria y una amenaza a nuestra biodiversidad”. Además, ha recordado que la autorización a Repsol ha llegado antes incluso de que se resuelvan los siete recursos que se han presentado ante el Tribunal Supremo.
La activista ha destacado también que “el PP está solo en Canarias defendiendo las prospecciones”, algo por lo que a su entender no se ha convocado referéndum alguno para palpar el sentir de la población. Igualmente ha criticado que el Gobierno no apueste por las energías renovables que “tienen mayor potencial y de creación de empleo” en lugar de por los pozos de petróleo que no hace muchos meses dejaba de buscar Marruecos en aguas cercanas.
El presidente canario, Paulino Rivero, se apresuraba ayer a criticar la medida del Gobierno. En palabras al mismo espacio de la televisión de Atresmedia calificaba la decisión de “caciquil” y “colonial” y mostraba su incomprensión por el “maltrato a una tierra que se siente parte del Estado español y que algunos se empeñan en alejar”. Embargado por una sensación que el dirigente de Coalición Canaria describió como de “amargura, tristeza y cierta impotencia” no quiso ocultar sus “ganas de rebelión absoluta” y tachó a su paisano José Manuel Soria, ministro de Energía, de “representante de Repsol en Canarias”.
