CCOO denuncia que con la norma aprobada por el Gobierno las universidades tendrán libertad para establecer sus propios criterios de acceso, lo que perjudicará al alumnado. José Ignacio Wert ha despertado de nuevo las críticas de la comunidad educativa, ahora por haber aprobado el decreto que regula los procesos de admisión en la universidad y que acabará con la Selectividad en el curso 2017/2018, primer año en que los estudiantes no tendrán que someterse a dicha prueba. CCOO ha denunciado que la decisión del ministro de Educación agravará la situación de “indefensión” de los alumnos, que tras aguantar los recortes del Gobierno ahora ven cómo se da libertad a las universidades para establecer sus propios criterios de acceso, lo que según el sindicato acabará por perjudicarles.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes, a propuesta del Ministerio de Educación, el Real Decreto 412/2014 que regula los procesos de admisión a las Enseñanzas Universitarias Oficiales de Grado, y que confirma el fin de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), conocida como Selectividad. A partir de ahora el único requisito para poder estudiar una enseñanza superior será la posesión del título de Bachiller o título, diploma o estudios equivalentes, y títulos de Técnico Superior de FP, de Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño, o de Técnico Deportivo Superior, y no realizar este examen.
Es más, con él se da plenos poderes a cada universidad para que determine sus propios criterios de acceso y valoración para admitir a sus futuros alumnos. De esta forma, mientras que algunas sólo considerarán la calificación final del Bachillerato, otras podrán fijarse en la formación académica complementaria o en si el aspirante ha cursado estudios superiores con anterioridad. Además, las universidades podrán hacer evaluaciones específicas de conocimientos y competencias, entrevistas personales y “otros formatos que puedan utilizar para valorar los méritos de los candidatos a las plazas ofrecidas”, especifica el texto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 7 de junio.
Unas condiciones que no han gustado a CCOO, que se ha lanzado a criticarlas en una nota en la que carga también contra Wert por haber dado un paso más en la “indefensión” de los estudiantes. Según el sindicato, el decreto al que el Gobierno dio luz verde hace unos días “generará desigualdades y dificultades en el acceso, dejando al alumnado en situación de indefensión”.
La Federación de Enseñanza de CCOO se refiere al hecho de que, por ejemplo, “para una misma titulación los estudiantes tendrán que realizar pruebas que suponen un nivel de exigencia diferente en función de la comunidad autónoma y que este variará, incluso, de una universidad a otra dentro de una misma región”.
El sindicato se queja de que se vaya a permitir a las universidades establecer sus propios procedimientos de admisión, criterios de valoración y reglas para establecer el orden en la adjudicación de plazas para cada titulación, ya que en su opinión se producirá una “desregularización” que resultará “discriminatoria” para el alumnado, ya que, “aunque la normativa contempla la posibilidad de que las universidades adopten procedimientos de coordinación similares, no es obligatoria”.
Asimismo, indica CCOO, “como previsiblemente todas las pruebas de acceso se concentrarán en un corto periodo de tiempo y en centros que pueden estar muy distantes entre sí, los estudiantes tendrán dificultades para concurrir a los exámenes en distintas universidades, especialmente en territorios con una oferta amplia de campus y titulaciones”.
Y a juicio de la organización sindical, esta nueva norma impulsada por Wert también “acentúa la discriminación” del alumnado al especificar que, para los bachilleres españoles europeos o de Estados con los que se haya suscrito un acuerdo de reciprocidad, las universidades podrán decidir que el acceso a la universidad se haga solo en base -o no- a la nota de Bachillerato. Frente a ello, dice CCOO, para los técnicos superiores de FP, de Artes Plásticas y Diseño y aquellos que cuentan con una formación de Técnico Deportivo Superior, las universidades deberán fijar obligatoriamente algún tipo de procedimiento de admisión.
Por último, el sindicato critica que el Real Decreto no recoja “mecanismos para establecer el número máximo de plazas en las universidades privadas, mientras que sí se regula el de las públicas”. Dichas plazas serán propuestas por las universidades y deberán contar con la aprobación previa de la comunidad autónoma correspondiente, por lo que “nos encontramos ante una desregulación manifiesta del ámbito privado y con una más que probable reducción de la oferta pública”, concluye CCOO.
