Mi jefe dice...

La coherencia política de Willy Meyer: un caso único en España

Willy Meyer

Meyer nunca tendría que haber firmado esos papeles, pero una vez firmados y una vez aparecida la noticia de su adhesión al instrumento financiero en toda la prensa española, la única salida digna era la de dimitir. Willy Meyer ha dimitido un día después de conocerse que llevaba años suscrito a un fondo de pensiones en una sicav luxemburguesa. Hay opiniones para todos los gustos: que no ha dimitido sino que le han dimitido, que la dimisión llega demasiado tarde para borrar la mancha que deja el hecho o, por el contrario, que se ha purificado con la decisión.

Mi jefe es de estos últimos. Sí, vale que Meyer nunca tendría que haber firmado esos papeles (lo que no se sabe es si los firmó a conciencia o no), pero una vez firmados y una vez aparecida la noticia de su adhesión al instrumento financiero en toda la prensa española, la única salida digna era la de dimitir. Y así lo ha hecho.

Para mi jefe el suyo es un caso único en un país que no amanece un nuevo lunes sin conocer que tal o cual político está imputado por tal o cual chorizada, cuando no directamente por cosas peores. Pero aquí nada, oiga. Como el que oye llover. Algunos, incluso, solicitan la clemencia estatal y piden ser indultados. Con un par.

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