Energía

La industria papelera se suma a la batalla contra la reforma energética y amenaza con congelar su inversión en España

José Manuel Soria, ministro de Industria

La reforma energética que prepara el Gobierno se ha ganado un nuevo opositor. La industria papelera amenaza incluso con suspender sus inversiones en España. El ministro Soria se gana un enemigo más a cuenta de su reforma energética. La industria papelera ha hecho sus cuentas y una vez calibrado el impacto de la nueva norma para su negocio ha lanzado un órdago al Gobierno: si sigue adelante en su empeño, las inversiones del sector previstas para España podrían quedarse en papel mojado.

Ha sido el presidente de la patronal papelera Aspapel quien ha lanzado esta dura advertencia al equipo de Mariano Rajoy. Eduardo Querol ha anunciado que según está planteada la reforma supondrá un impacto de 150 millones de euros para un sector que, por ser de capital intensivo, podría “poner en duda la materialización de las inversiones previstas”. El empresario ha señalado también que la iniciativa gubernamental llega en un momento de especial delicadeza, ya que comienzan a salir de un periodo de prolongada y profunda crisis.

Las papeleras, ha dicho, están saliendo de “un periodo de varios años de crisis en los que las inversiones se situaron en torno a 170 millones de euros anuales, muy por debajo de lo habitual”. Una circunstancia que hace que las nuevas cargas impositivas que se barajan para la industria de la cogeneración energética pongan en peligro su ya debilitada cartera destinada a proyectos y, lo que es más, trunquen el mejor comportamiento relativo que ha demostrado el papel frente a otras industrias.

Para sostener su discurso, el empresario ha recordado que la pérdida de empleo en el sector ha sido de sólo el 6% desde el inicio de la crisis y que a fuerza de fomentar las exportaciones en las que tanto insiste el Ejecutivo, el negocio exterior ya representa un 66% de la actividad papelera de España. Mientras que las materias primas proceden del mercado doméstico en un 83% en el caso de la madera, el 62% de la celulosa producida se vende fuera de las fronteras nacionales.

La producción del sector, que se fundamenta en buena parte en la cogeneración energética, cayó dos décimas en el ejercicio 2013, pese a lo cual, las papeleras españolas aún superan la media europea. En esta misma línea, la cotizada Ence publicó a cierre de 2013 una reducción de beneficio del 92% debido a saneamientos y provisiones ejecutadas para capear los nuevos requerimientos del ministro de Industria y Energía.

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