Los amantes de la historia del arte podrán saber, gracias a un escáner de grafeno, los detalles más minúsculos acerca de las obras de arte. Los investigadores que trabajan en el proyecto Insidde, financiado por la Unión Europea, han desarrollado un escáner de grafeno con el que se podrá explorar bajo la superficie de una pintura o a través de la suciedad de un objeto que acaba de ser desenterrado, sin ni siquiera tocarlo.
“Además de mostrarnos bocetos o pinturas anteriores que han permanecido ocultos bajo una determinada obra de arte, el escáner, con la ayuda de técnicas de post-procesamiento, nos permitirá identificar y distinguir las pinceladas para comprender el proceso creativo”, explicaba Javier Gutiérrez de la empresa tecnológica española Treelogic encargada de la dirección del proyecto.
Se quieren desarrollar tecnologías avanzadas con las que se evite que la obra de arte que se estudie sufra un deterioro.
Hasta el descubrimiento del grafeno, considerado uno de los materiales del futuro, resultaba difícil captar detalles minúsculos. Así, el grafeno, actúa como multiplicador de la frecuencia y permite hallar, sin dañar la obra, características que antes se encontraban ocultas, como la textura de las pinceladas, pigmentos y defectos.
Insidde apuesta por una tecnología que será beneficiosa para el público en general. Los modelos digitales bi y tridimensionales, que se están elaborando, se subirán a la red, y el equipo del proyecto pretende distribuir sus resultados a través de una aplicación para smarthphones y tablets, para que pueda ser utilizada por museos locales y regionales.
Aún el escáner se encuentra el fase de pruebas y calibración, aunque los investigadores del proyecto han dado a conocer algunos resultados prometedores. Así lo explica Marta Flórez, del Museo de Bellas Artes de Asturias: “con el prototipo hemos sido capaces de distinguir claramente unos pigmentos de otros, lo que en algunos casos evitará tener que hacer una punción en el cuadro para conocer los materiales que utilizó el artista”.
Se baraja la idea de que cuando el proyecto llegue a su fin, a finales de este año, se ponga esta técnica al servicio de pequeños museos locales y regionales que no cuenten con departamentos de restauración de obras de arte, para que ellos, al igual que los museos más grandes, puedan realizar descubrimientos importantes en sus colecciones.
