Cultura

Macaco, harto de que se utilice su música como banda sonora de mitines políticos

Concierto del cantante Macaco

El músico denuncia que el PP catalán está usando su canción ‘Seguiremos’, escrita para “dar aliento a los desfavorecidos”. Cansado de que se utilice su música con fines políticos, Macaco ha dado un puñetazo encima de la mesa y desde la páginas de El País advierte a los partidos que “mi música no se ha escrito para ser la banda sonora de sus discursos”.

La gota que ha colmado el vaso de su paciencia ha sido la utilización de su tema ‘Seguiremos’, escrito para “dar aliento a los desfavorecidos”, en la campaña electoral del PP catalán para el 27S. El cantante considera que se ha violado “un derecho moral intrínseco a esta canción”, que cedió al Hospital San Joan de Deu “para que fuera parte de la banda sonora de su lucha por financiar la investigación del cáncer infantil”. Y lo hizo en un contexto de recortes en Sanidad introducidos “casualmente” por el mismo partido que ahora usa esa canción para sus propios fines.

Macaco, tras manifestar su indignación por estos hechos, recuerda que “gané un proceso legal a la Falange en un juicio que llevó 3 años. Utilizaron sin autorización otra de mis canciones, ‘Moving’, para los spots publicitarios de TV de su campaña preelectoral en 2010”. Este tema también fue concebido con un fin social: concienciar ante el impacto del cambio climático.

El artista también relata cómo el pasado mes de junio, en Argentina, Carlos Ciurca, “gobernador del partido kirchnerista que dirige actualmente la provincia de Mendoza decidió «tomar prestada» otra de mis partituras, ‘Mensajes del Agua’, para su campaña de spots publicitarios preelectorales”. Este caso, destaca Macaco, “es para partirse de risa por la cantidad de agravios y atropellos cometidos hacia mis derechos”. Y es que la canción fue reinterpretada “transformando su letra y llenándola de consignas del partido, pero manteniendo el estribillo: ‘Somos una marea de gente’”.

El cantante catalán ha pedido explicaciones tanto a su editorial en Argentina como a la sociedad que allí gestiona los derechos de autor, pero “la única respuesta que obtengo es el silencio”.

“No voy a extenderme más, aunque hay otros casos denigrantes del uso de mi música y violación de mis derechos de propiedad intelectual y moral por parte de diversas formaciones políticas”, lamenta Macaco, que concluye la tribuna así: “Como dice un ilustre compañero de profesión: Mi música no se toca (sin permiso)”.

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