El galardonado con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades deja huérfana a buena parte de la cultura italiana contemporánea. El reconocido escritor Umberto Eco ha fallecido este sábado en su residencia de Milán víctima del cáncer contra el que llevaba años luchando. El premiado literato y también filósofo, semiólogo y profesor universitario deja huérfana a buena parte de la cultura italiana contemporánea a los 84 años.
Su obra más reconocida es “El nombre de la rosa”, que desde su publicación en el año 1980 ha sido traducida a más de un centenar de idiomas y de la cual se han vendido más de 40 millones de ejemplares. Muy reconocido es también “El péndulo de Foucault”, que vio la luz ocho años después del título referido anteriormente. En el año 2000 recibió el Premio Príncipe de Asturias en su categoría de Comunicación y Humanidades.
Eco vino al mundo un 5 de enero del año 1932 en la localidad italiana de Alessandria, en la región de Piamonte, al norte del país transalpino. En la capital de este departamento, Turín, se doctoró en Filosofía en 1954, con una tesis sobre la estética en santo Tomás de Aquino, su primera incursión a fondo en la filosofía y cultura medieval, campo que nunca abandonó.
Más allá de su faceta humanista, el literato mostró un profundo interés por la política, de la que participó activamente. Así, en el año 2002 formó parte de un destacado grupo de personalidades de la cultura italiana que creó la asociación Libertad y Justicia, entre cuyos objetivos se encuentra “dar un sentido positivo a la insatisfacción que crece hacia la política”. Eco fue también una de las voces más críticas con el ex primer ministro de su país de origen, Silvio Berlusconi, y su forma de gestionar los asuntos públicos así como los excesos de su vida privada.
